Demi Lovato está de vuelta. Han pasado dos años desde su último álbum de estudio, ‘Holy Fvck‘ y uno desde el recopilatorio de hits en clave rock, ‘Revamped‘. Con diferencia, los álbumes con peor resultado de toda su carrera, y eso que ya venía del fallido ‘Dancing With The Devil… The Art Of Starting Over’, que fue un poco anything but.
Pero como el rock era lo suyo, era su verdadero yo, era aquello por lo que mataba, era su propósito en la vida y el género para el que había nacido, pues oye, dijimos: si Mónica Naranjo lleva 17 años con este rollo, vamos a darle a la pobre Demi un lustro para que se le pase el chuchu. Tampoco hace falta tanto: 24 meses y ya ha tenido suficiente rock. Ya no lleva el maquillaje sobrante de Angy en ‘Física O Química’, ya ha colgado sus camisetas de Within Temptation, ya le ha dicho a Maese Herrero que es improbable que necesite de sus servicios de ahí en adelante. Ya fue mucho rock, ya hace falta una era de lokiar.
Y esa era arranca el 15 de agosto, cuando Demi Lovato vuelva a sus raíces latinas. ¿Cuáles raíces? Pues las mismas que las de Hilaria Baldwin, unas que se saca de la manga de cuando en cuando porque en el siglo XVI, un antepasado de un primo suyo pasó un verano en Soria trabajando en las murallas de Dios sabe qué castillo. El 15 de agosto, Demi Lovato publicará ‘Chula‘, un single junto a la banda de regional mexicano Grupo Firme, que ya ha presentado en directo. La canción suena un poco como si Quevedo hubiera compuesto su comeback en el backstage de un club gay y se lo hubieran producido Natalia Jiménez y Clean Bandit.
Además de este momentum latino, Demi ha regresado al pop para hacer el jingle de un nuevo anuncio de la marca de champús OGX. Algo nos dice que alguien está un tanto necesitada de cash después de invertir todos los ahorros en guitarras con la firma de todos los componentes de Metallica y cuatro posters de primera edición de los INXS.
