Si algo tienen las canciones que más nos gustan de Agoney es que siempre nos muestran su buen hacer para los estribillos pop. Nos pasó con ‘Quien Pide Al Cielo Por Ti’, ‘Intacto’ o ‘Cachito’, que nos dan a ese Agoney que se presta a un buen karaoke en la ducha, a un buen berrear mientras disfruta uno de una copa de vino al llegar dle trabajo, a un buen preparativo de fiesta de cumpleaños con amigos en casa. Lo consigue porque siempre hay un punto de barroquismo, de épica pop, salido de la mente de alguien que se ha criado sabiendo muy bien lo que hacía de puertas para adentro de su habitación fingiendo tener un micrófono con un cepillo en la mano.
Cuando las canciones dependen de un hook más facilón, nos inunda la duda de lo que podía haber sido. Y nos ocurre con ‘Tormenta‘, que en cuanto arranca el “na, na-na” y la base dance machacona, pensamos: “esta cabecita que acaba de montar un puente en clave Billie Eilish y culmina el tema como si Mónica Naranjo se enorgulleciera de ‘No Voy A Llorar’ como debería podía haber apretado más aquí”. Está la energía, sobre todo porque Agoney se maneja perfecto en el melodrama cuando se le pone una cámara delante y un efecto lluvia encima, pero nos falta la guinda del pastel. Una expresión completamente absurda, si nos permitís este paréntesis, porque nadie quiere realmente guindas en un pastel. Pero finjamos que sí para que este párrafo culmine con algo de sentido.
Agoney se entrega a ‘Tormenta‘ rodeado de bailarines, manejando bien la narrativa con la mirada, sirviendo coño aún con la ausencia del mismo. Pero ese estribillo nos sabe falto del suelo pélvico que si tienen los versos y el puente. La ‘Tormenta‘ se forma pero cuando va a explotar, si uno no la está viendo en imágenes, la cosa se queda en una termogénesis explosiva que parece ir a acabar con el mundo pero que finalmente no deja más que una brisita tonta y cuatro gotas.
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Será tu rollo si: estás pendiente cada vez que David Guetta se alía con OneRepublic, sabes que Tino Casal no era hermano de Luz, haces fitness en la alfombra del salón.