Si creíais que el mayor de nuestros problemas del día de hoy iba a ser que Latto precedía un verano con abrigos de invierno, olvidaos de semejante frivolidad, porque este fin de semana también ha vuelto La Casa Azul con bastantes peores presagios. El título de su nuevo single dice que ‘No Hay Futuro’ y, la verdad, después de dos años de pandemia, una guerra, la interminable crisis económica y la carrera de Beret, empezamos a pesar que va en serio.
Más aún si atendemos a la forma en la que el sello ha vendido el tema en redes sociales:
“Ese teclado que parece llevarnos a la psicodelia sesentera (¡The Zombies!), los coros, el clavinet que nos dispara a los setenta, y de repente entra el bombo y nos vamos al italo, y a la música disco, y ya no podemos parar. Los crescendos nos disparan. Y después escuchas los vocoders, los Beach Boys asoman por el fondo, Moroder y Cerrone esperan con una copa en la barra, Donna Summer está en el centro de la pista de baile y Barbarella está a punto de llegar.”
Caballero, relaje el imaginario, que para decir que esto es una pista de disco-electrónica por poco y citamos a Barei. Pero luego tocan nuevo techo al decir que “el horrror vacui es un viaje infinito”. Bitch, what you talking about. Le das a un indie un sillón en la RAE y transforma un tema pop apocalíptico en un auténtico coñazo.
✪ podéis escuchar este y otro puñado de hits en nuestro playlist de spotify ✪
Pero tranquilidad, porque el comeback de La Casa Azul es un rotundo bop y un absoluto triunfo para un Guille Milkyway que encontró por fin la salida del sótano de Fangoria, donde ha residido maniatado durante años, entre sacos de arpillera y botes de Ariel vacíos, que Alaska guardaba “pa’ por si acaso”.
‘No Hay Futuro’ os fascinará por igual si habéis sido siempre fans de The Indigo Apartment como si desconectasteis un poco durante la era ‘La Gran Esfera’ como nosotros. Qué os vamos a decir, a diferencia de la crítica, no llegamos nunca a conectar con aquella etapa. Esto pronostica la revolución… erm, no sexual. Pero sí auditiva. Estamos de nuevo conectados. Ahora que todo se acaba.
