Cardi B ha publicado su nuevo single, ‘Up’, medio año después de que nos dejara con la boca como un buzón de Correos con el lanzamiento de ‘WAP’, junto a Megan Thee Stallion. La pareja revolucionó la segunda mitad del año, se coló en la mayor parte de las listas de lo mejor de 2020 –incluida la nuestra– y dejó el nivel muy alto de cara al siguiente lanzamiento de Cardi.
Pero la rapera sigue en racha con ‘Up’, que es algo así como la hermana mayor de ‘WAP’. Continuista en el sentido más lógico si es que ambas forman parte del siguiente álbum de Cardi, la rapera vuelve a marcarse un estribillo machacón de esos de los que es imposible escapar. De esos que si uno fuera Olaf, el estribillo sería la nubecita que echa nieve en su cabeza. Que sí, que luego desaparece, pero para eso hace falta tiempo. Y para perder esto de vista también.
Cardi también ofrece visuales a la… erm, altura. En ‘Up’ arranca con un funeral, pero pasa página rápido y todo se transforma en chicloso y noventero, dos cosas en las que la artista se maneja a las mil maravillas. Ofrece imaginario latino sutil y imaginario TLC algo menos sutil. Los looks de Cardi, entre lo tremendamente drag y lo monitora de aerobic de película porno que tiene diálogo y no se limita sólo a la historia habitual, siguen llevando la canción a nuevas vidas. Por favor, el momento del body de plástico transparente. Nunca algo fue tan poco y tanto al mismo tiempo.
Justo ayer hablábamos de que Megan Thee Stallion corría el riesgo de estar replicando clichés de rapera sin darles ninguna vuelta, y este es el ejemplo de lo que hablabamos sobre Cardi: ella también tira de mucho elemento conocido, pero lo hace tan camp, tan exceso, tan acorde a su personaje, que termina resultando reconocible y no imitado. Tomen nota. De eso y de la facilidad para el hit.
