El planeta ha dicho basta. Hasta aquí hemos llegado. No piensa dar ni un paso más antes de recalentarlo todo y hacer que los polos se derritan y cubran parte de la tierra con agua. Bueno, no parte de la tierra: únicamente Gran Canaria. La isla será engullida por el mar en cuestión de horas después de que la Tierra se haya enterado del estreno de ‘La Isla Fantástica’, de Cristina Ramos y Soraya.
Porque una cosa es cubrir la atmósfera con gases contaminantes, una cosa es lanzar petróleo al mar y darse a la pesca masiva, una cosa es crear exceso de basura no reciclable… y otra muy diferente ya, un absoluto insulto a la madre Tierra, su hermana Doña Naturaleza, y la tita Ozono, es esto. Esto ya es la gota que colma el vaso. La carcasa que colma la tienda. El ‘Patí’ que colma el ‘Patá’.
Y ojo, porque Soraya y Cristina Ramos no han llevado a cabo solas este delito contra el medio ambiente que es ‘La Isla Fantástica’, que lo han hecho junto al Patronato de Turismo de la Isla de Gran Canaria. Como si la zona no hubiera estado ya suficientemente tocada después del estreno, hace unos meses, de ‘8 Maravillas’ de Nia. Ya por entonces la cuota de turismo descendió bruscamente. Tuvieron que inventarse que había sido por la pandemia. Todos sabemos que la gente no viajó a Canarias por el estreno del single de Nia.
Y ahora no es el turismo lo que está en juego, no. Es la supervivencia de sus habitantes, que según datos oficiales de las Oficinas De Turismo, están preparando barcas realizadas con fideos chinos y el papeleo de los contratos de ‘Got Talent’ de Ramos para huir a otras islas. Lanzarote se prepara para la llegada masiva de canarios. Gracias a Dios, han sido tantos los ‘Got Talent’s que sabemos que hay papel suficiente para unos tres millones y medio de barcazas. Algo que garantizaría la subsistencia de todos los canarios, a los que enviamos todo nuestro apoyo.
Gran Canaria desaparecerá engullida por las feroces aguas del Océano Atlántico, pero su recuerdo seguirá vivo. Una isla que nos dio a Geno Machado nunca quedará en el olvido. Aunque el esfuerzo de Ramos y Soraya haya sido fuerte.
