De pronto, la música termina, y Britney Spears coge su micrófono de mano para hablar al público, evidenciando lo que todos suponíamos, que el que lleva colgado de la oreja es más bien atrezzo, como el contenido de ‘Britney Jean’ que no era su primer single. Britney se pone seria, y empieza a hablar de lo que está ocurriendo en el mundo en los últimos días.
Todo el mundo se plantea entonces que va a hablar de lo sucedido en Charlottesville, que va a montarse un discurso anti-fascista que nos va a asombrar a todos y va a demostrar que hay algo de cabeza bajo las extensiones, pero finalmente, ocurre algo muy Britney: la cantante se pone a cargar contra los medios y habla de cómo a veces la han endiosado para arrastrarla por el fango otras veces.
Y oye, está muy bien un poco de verdad en el discurso de Britney, que termina aludiendo al título del tema que se dispone a cantar, “vamos a darle a esos cabrones algo de lo que seguir hablando”, dice, pero hubiera estado mejor que después de lo ocurrido en Estados Unidos, después de los recientes atentados en Europa, Britney hubiera cedido algo de protagonismo y de focos al mundo que le rodea.
De hecho, si Britney se pone digna es porque, por primera vez en año, se dispone a cantar una canción en directo en un espectáculo suyo. Creemos que es la primera vez desde que versionara a Alanis Morissette en ‘The Circus Tour’, y su elección, ‘Something To Talk About’ de Bonnie Raitt, sirve de homenaje a su tierra natal, Louisiana. La cantante lleva años diciendo que la prensa carga contra ella por hacer playback mientras sigue defendiendo que hace un directo que nadie escucha jamás. Nadie, hasta ahora, cuando Britney demuestra que, si bien no es una grandísima cantante, sí podría tirar de más directos de vez en cuando. Ojalá se repita en breve con sus propias canciones.
