Blas Cantó está pedo, y si alguien tiene peligro borracho ese es, además de Massiel a finales de la noche en una boda, el encargado de una cárcel-manicomio. Vamos, un centro de salud mental, para no resultar ofensivos con los que se indignan rápido y María José Campanario. El caso es que los pacientes del centro de salud mental de Blas Cantó en su nuevo single, ‘Drunk & Irresponsible’, están más Raquel Mosquera que sanos, y dan un poquito de miedo.
Según el cantante avanza por los pasillos del decorado de su clip, podemos ver a un señor maquillado de payaso, que ya nos diréis de donde saca para pintarse la cara de diario, porque no lo imaginamos ingresado con una cuenta de Amazon Prime con la dirección de la celda; un Blas Cantó que sabemos que está loco porque va despeinado, y por ende no es el Blas de siempre -el hecho de que lleve una camisa de fuerza puede que también haya ayudado un poco-, y después, varias enfermeras que, o bien son componentes de Fifth Harmony actuando con absoluta normalidad, o van más salidas que el pico de una plancha.
Y claro, Blas ahí, aguantando el tirón, es algunas escenas que son bien y en otras un poco más cringe-worthy, como esa en la que le ponen electroshocks en los pechos (un contundente WTF), o esa en la que de pronto empieza a besuquearse con las enfermeras y uno se plantea si está más drunk que irresponsible.
El caso es que el nuevo vídeo de Blas, a medio camino entre ‘American Horror Story: Asylum’ y el ‘I Said Never Again (But Here We Are)’ de Rachel Stevens, se aleja mucho de la idea que de él hubiéramos tenido en un principio. ¿Eramos lo únicos que pensábamos que su carátula sería parte del clip? Se ve que el vídeo no fue grabado en una piscina, porque empezamos a pensar que Demi Lovato las tiene todas alquiladas para promo.
