Benidorm coronó anoche a la ‘Zorra‘ de Nebulossa, convertida ya en la candidata española a Eurovisión. Pero otras siete canciones compitieron en una noche con bien de drama y mucho espíritu festivalero. Veamos qué fue lo mejor y peor de cada uno .
‘Zorra’, Nebulossa
Lo mejor · Realmente lo puso el público, porque la energía durante la performance fue de una confianza indiscutible en la canción como hit. La actitud de la cantante también ayudó: sus gestos, su parsimonia medida, su apariencia de no importarle nada un comino eran clave para vender la canción. Vocalmente, aunque es más que obvio que era de las propuestas más flojas del Festival, salvó los muebles con decencia.
Lo peor · La escenografía burlesque no beneficiaba especialmente al tema, menos aún con dos muchachos en culos bailando alrededor, con más bien poca conexión con el mensaje de ‘Zorra’, mucho mejor emitido en el vídeo oficial que en el directo. El vestuario también es demasiado nada: la artista queda algo sepultada en capas que se diferencian con dificultad.
‘Dos Extraños (Cuarteto De Cuerda)’, St. Pedro
Lo mejor · La clase de la propuesta en general. Los pocos elementos que acompañaban a la canción eran clave, porque de haberlo llenado todo de props y estrategias visuales, se hubiera desdibujado por completo la candidatura. El directo de St. Pedro fue exquisito (salvo por el momento que va en ‘lo peor‘) y la sutil aparición dle rojo, que quizá debió estar más presente.
Lo peor · Vocalmente, la entrada en ‘amor‘, cuando la canción entra en su segunda mitad, que igual que en la semi estuvo algo desafinada y rompía un poco la magia de la contención que rodea a ‘Dos Extraños‘. La puesta en escena con muchachas bailando en cajas, supuestamente narrando la historia de separación, tampoco era lo que, imaginamos, ellos veían en papel.
‘Sé Quién Soy’, Angy Fernández
Lo mejor · Angy. Ella en general. Estuvo explosiva, demostrando que necesitamos hacerle un hueco en nuestra industria, porque objetivamente nadie está ocupando ese ‘Kelly Clarkson Spot’ y ella lo tiene todo: canta, actúa y pinta, escribe poemas, todo lo hace bien. La entrega fue absoluta y el staging sirvió, a diferencia de en muchos números, para narrar la historia de la canción en imágenes.
Lo peor · El hecho de que la canción le haya llegado demasiado marcada, aún habiendo adaptado la letra, creemos que Angy puede dar años de mayor creatividad y misma entrega.
‘Caliente’, Jorge González
Lo mejor · Como propuesta eurovisiva, estrictamente como show televisivo, era de las mejor montadas. Básicamente porque se sostenía en la erótica, en el cliché de España que Chanel supo retorcer un poco mejor, en la playa, la discoteca de noche y el gogó del club de ambiente en Ibiza. Sí, posiblemente los guiris la hubieran comprado más. Vocalmente estuvo espléndido, porque González gusto no, pero talento sí tiene.
Lo peor · España tampoco puede ser esclava de los clichés, ni con estos ni con otros, y solo han pasado dos años del efecto ‘SloMo‘. La estrategia de repetición de fórmula ya la probó Chipre y no le sirvieron de nada sus numerosos ‘Fuego’s. Jorge olvidó la letra y eso que el tema consiste en la repetición de cuatro onomatopeyas y tres frases hechas.
‘Brillos Platino’, Almacor
Lo mejor · Cantó notablemente mejor que en la semifinal, parcialmente también porque le colocaron unos buenos coros en los momentos clave que más desafinados salieron en un principio. La actitud de Almacor a nivel energía fue fantástica y realmente, como hit real y factible de nuestra industria, ‘Brillos Platino’ era lo más representativo.
Lo peor · El staging, ya lo dijimos originalmente, nos seguía pareciendo un exceso sin demasiado pie o cabeza. Bonito efecto el de la IA en momentos puntuales -aunque no estamos demasiado a favor de que se televisen cosas que realmente el público no puede ver allí-, pero los visuales de las pantallas lucían demasiado literales y distraían del foco que debió ser él. De hecho, estalló el drama cuando los visuales del cenital no funcionaron, pero sinceramente, a la canción le vino mejor estallar en el estribillo y no antes.
‘Remitente’, María Peláe
Lo mejor · Igual que con Angy, la propia María Peláe. Inmensa, entregada, apasionada, dándolo todo con una canción que pedía semejante sentimiento. La puesta en escena, simbólica, teatral, también otorgaba inmediatez visual a la propuesta sin resultar demasiado obvia.
Lo peor · Que a María le toco sufrir el ‘efecto Blanca Paloma’, con la decepción que trajo que su propuesta fallara, no en jurado, pero sí en televoto, volviendo a dar al público la impresión de que el ‘flamenco‘ no se entiende fuera de nuestras fronteras. Que el jurado la dejara sexta, eso sí, fue inconcebible.
‘Here To Stay’, Sofia Coll
Lo mejor · El juego entre Sofía y las cámaras, embobadas todas con el imán que tiene. Manejó muy bien las intenciones, los movimientos, no se dejó engullir por una canción que era mucho de todo. Comandó y estuvo al frente de una propuesta compleja.
Lo peor · ‘Here To Stay’ quería ser todos los festivales de Eurovisión de los últimos 25 años en tres minutos. Y resultaba agotador visual y auditivamente hablando. No daba tiempo a digerir una estrategia cuando ya estaba en otra. Había dance-break, había pierna en el aire, sofá cama, pezonera, extensión, prop, cambio de plano, bailarines, visuales… como diría Nia, ‘Mucho Con Demasiao’.
‘Bla Bla Bla’, Miss Caffeina
Lo mejor · El excelente directo de Alberto, que no se permitió un solo fallo y vendió la canción como si se le fuera la vida en ello. Como parte posiblemente de una experiencia personal -no nos hagáis maullar-, estaba convencido y supo convencer en cámara. La estética de la propuesta era también excelente.
Lo peor · Los props, que aportaban más bien poco a la narrativa y la hacía lucir un pelín batiburrillo con tanto andamio, escalera y bloque. No sabemos hasta qué punto realmente eran necesarios. La canción tampoco es lo más brillante de su, por otro lado, bastante efectiva discografía hasta ahora.
