Belén Aguilera está lista para ser parte de los, erm… Belenes de toda esta Navidad gracias a la carátula de su próximo EP, ‘Metanoia‘. En la portada podemos verla transformada en un musgo gigante, del que sobresalen sus hombros y cabeza. También vemos unas manos gigantes delante, dignas de la carátula de ‘Obsessed‘ de Mariah Carey, de David Amor o de Carlos de Inglaterra un buen día de manicura. Belén aparece rodeada de cascadas -el evento natural, no la autora de ‘Evacuate The Dancefloor’-, mariposas e incluso de plantas rándom que le crecen en partes indeterminadas del cuerpo. Esperemos que no en el toto, que sería un poco anti-higiénico. Pero claro, como para saber qué parte del cuerpo está dónde en esa portada.
‘Metanoia‘ convierte a Belén en un cespín y el 30 de junio en su fecha de salida. Empezábamos a pensar que el proyecto era imaginario, porque no hacía más que publicar singles y, siendo todo parte de un EP y no un álbum, no entendíamos nada. Finalmente el trabajo se compondrá de ‘Ilusión Óptica’, ‘Galgo‘, ‘Nadie Me Ha Preguntado‘, aquel otro tema del que no vamos a hablar, Carlota, y dos inéditas. Se queda fuera ‘Copiloto‘, en el mayor acto de terrorismo musical desde el debut de Beret.
Belén ha explicado lo siguiente sobre el título del EP, tan SergioOpina como cabría ser:
“Metanoia tiene varios significados, es cambio espiritual, son elecciones, es un camino, para mí es un puente y un sendero hacia dentro para poder proyectar distinto hacia fuera. Como prometí hace meses ‘Metanoia’ es vuestro en junio y para vosotros espero que también signifique algo.
Espero que sane o que pique (si escuece cura). Espero que sea compañía y espero que lloréis bailando que para mí es la mejor manera de sanar. Gracias os quiero.”
Vamos, que de ‘Metanoia‘ cabe esperar el concepto favorito de los girls y gays: el crying on the dancefloor. Y aunque ya conocemos prácticamente todo su contenido, esperemos que los dos temas que nos quedan por saborear nos den más ello: un verano de intensidad en la playa, llorando mientras sorbemos nuestro coco lleno de ron.
