Para que luego digáis que en el pop español no ocurre nada y que vaya industria más aburrida tenemos. Que tampoco es que lo hayáis dicho, pero os hemos leído la mente, que ya nos vamos conociendo. Resulta que La Máxima Autoridad en “ni machismo, ni feminismo”, Bebe, se acaba de hacer un Kesha y ha roto el contrato que la ataba a su anterior discográfica, Trovador Ediciones.
Que por otro lado, y antes de seguir contándoos esta historia, imaginad ser Bebe y estar contratados por una empresa llamada Trovador. ¿‘Pa’ Fuera Telarañas’? Millennial Mester de Juglaría. Ya no hay remedio para el alma mía. Basta. Centraos un poco, por el amor de Dios.
Hagamos un resumen del caso que nos ocupa, para entender la situación:
- Bebe, que ejerce de Kesha, tenía en Trovador Ediciones su Dr. Luke.
- Trovador no la llamaba “maldita nevera“, pero la obligaba a publicar 5 álbumes en 10 años.
- Bebe dijo que mira, que ella necesitaba tiempo para crear, y que de eso nada.
- En 10 años, publicó 3 álbumes, el de éxito, el segundo y el de cuando estaba malita.
- Giro argumental: la demanda la pone Trovador Ediciones por que no salen discos de Bebe.
- Gana ella, y el contrato queda roto.
Y es que el juez ha declarado nulo el contrato por considerar que “se trata de un encargo que excede en mucho de la creación de una obra concreta o de una pluralidad de obras” y porque “el encargo genera una vinculación por contrato de obra excesivamente amplia tanto en el tiempo como el objeto, al tiempo que se adicionan condiciones potestativas dependientes de la voluntad de terceros”. Vamos, que el juez es fan de Mónica Naranjo y lo de un álbum cada dos años, pues no lo ve.
Con lo cual, la jugada le ha salido fatal a los spanish Dr. Luke: además de quedarse sin la jugosísima carrera de Bebe, que ahora debe dar unos ingresos que ríete tú de la hucha de Nobita, han de pagar los costes del juicio por que deben haber sido aconsejados por el equipo legal de Nexar Music.
Mientras tanto, Bebe, que decía ir a publicar un puñado de singles este año, ha publicado un total de cero unidades de canciones propias desde ‘Corazón’, un bonito bop entre lo latino y lo pop-rock.