La preselección eurovisiva de este año en RTVE deja en manos del público la canción con la que Blas Cantó acuda a Eurovisión. Por fin, después de un año en el que el cantante vio suspendida toda la promo de ‘Universo’, y por ende, también su paso por el Festival. Que igual a largo plazo no haber participado con ese tema ha sido un acierto. Siempre nos quedará esa duda.
En cualquier caso, este año la competición queda entre dos temas: el medio tiempo radio-friendly, ‘Memoria’, y la balada, ‘Voy A Quedarme’. Veámoslas:
‘Memoria’
El uptempo de este año es anything but uptempo. Blas apuesta por algo con clase, bastante enmarcado en su estilo -lo que es bien en comparación a 2020-, que de primeras se queda más pegado a la retina que su competidora.
‘Memoria’ apuesta por un estribillo con mucho silabeo, mucho falsete y mucho beat marcado. ¿Es un tema súper competitivo? Pues realmente no, pero sí es una buena canción con la que recibir un resultado digno en escena y hacer un buen papel, sea cual sea después la votación.
Se presta a una performance minimalista pero efectista y a Blas se le ve cómodo en un papel algo menos encorsetado de lo habitual. El look del vídeo es un absoluto sí: le quita 10 años de encima a su habitual rollo Murcian Alejandro Fernández.
‘Voy A Quedarme’
Si algo dejan claro ambas canciones es que la intención de Cantó es la de pelear por un resultado de jurado satisfactorio. Realmente es un artista de ese estilo: es muy muy raro escucharle desafinar y puede tirar de encanto vocal en la final de jurado. La balada, también sutil, sin grandes excesos vocales, se centra en su medida interpretación para dejar que se valore la voz por encima del resto. La melodía es mona e insistimos: lo bueno es que tendría perfecta cabida en un álbum del artista.
Ahora bien, ¿es ‘Voy A Quedarme’ el tipo de balada que a uno se le queda en la retina así de primeras? No, no es como la de la candidata francesa de este año, por ejemplo. No es ‘Amar Pelos Dois’. No destila la epicidad de la primera ni la delicadeza de la segunda. Pero con una buena puesta en escena, iluminación y un Blas que consiga conectar con las cámaras, podría también funcionar mejor que España en los últimos años.