Fue la favorita del jurado en 12 de las 16 pruebas de baile que se realizaron en la última edición de ‘Strictly Come Dancing’, fue la celebrity con mejor puntuación total y mejor media de la temporada, y a pesar de ello, el público le dio la victoria al actor Joe McFadden en la final del concurso, frente a casi 11 millones de espectadores.
No es de extrañar, por tanto, que el debate racial se haya reabierto en el Reino Unido con la victoria del muchacho, y The Guardian ha publicado un interesantísimo artículo en el que habla de cómo, en programas como este, en el que la victoria se la suele llevar un referente británico, en una especie de decisión patriótica tomada a raíz de que el público que consume el programa es más bien mayor y conservador, rara vez sale beneficiado alguien de raza negra.
De hecho, The Guardian apunta un dato súper curioso al respecto de esto: afirma que, según un estudio que han realizado con los resultados del concurso en estos años -esta ha sido la decimoquinta edición del programa-: si eres un concursante de etnia negra, tienes una probabilidad del 71% de acabar en el bottom two semanal, decidido por el público, pero es que además, si eres mujer y negra, la probabilidad asciende a un 83%.
Y eso a pesar de que la temporada pasada la ganara una mujer negra, en algo que fue visto como una limpieza de cara del programa. Alexandra Burke, además, sale del concurso con la imagen tocada, porque se ha hablado mucho de sus actitudes de diva no sólo en el backstage, sino también con su compañero, el bailarín Gorka Márquez. Se ha representado a la muchacha como una mujer de mal carácter, gritona y controladora, un perfil que tiende a repetirse mucho en los realitys británicos, según también el artículo del periódico.
Si que es cierto que, desde que se hiciera con la victoria de ‘The X Factor’ allá por 2008, justo antes de que Antoinette Le Fantastique tuviera que ponerse a robar huevos a la salida del Asda, muchas han sido las voces que han criticado a Burke por su supuesta actitud déspota. Incluso cuando fue jurado invitada en ‘The X Factor’, el público tampoco reaccionó bien a su presencia y valoraciones.
¿Qué es lo que ha ocurrido con Burke? ¿Merecía la victoria del programa? ¿Es el público inconscientemente racista? Lo cierto es que ese mismo patrón tiende a repetirse con los extranjeros en ese tipo de concursos, con lo que tampoco sería de extrañar.