Marina ya está de vuelta. Un fuerte aplauso para Marina, que se ha dejado los diamantes en casa y vuelve ya únicamente con su nombre de pila, como Kylie, Emma, Luz, u otras cantante que reconocerías sólo con su nombre de pila: Merche, Conchita, Selena, Sonia no tanto -y eso que está igual de muerta, tbh-. En fin, que arranca la cuarta etapa de Marina y estamos encantados de volver a tenerla en el pop.
Y es que hacía falta un poco de su operística depresión crónica y su buen hacer en las melodías en un panorama tan predecible como el actual, sólo que ‘Handmade Heaven’, el single del comeback en cuestión, ha requerido de un montón de escuchas y visionados de su clip oficial para que le hayamos cogido el gusto. ¿El motivo? Que está alto falto de diamantes en un principio. Que esperábamos algo más bop y menos delicado, a pesar de saber que es absolutamente Marina. Al 100%.
De hecho puede que ese haya sido el shock de la primera escucha, que la canción representa todo lo que esperábamos y todo lo que no esperábamos: en cierto modo es un regreso a la Marina sin disfraces, más similar a la del primer disco que a la de los dos siguientes, con una canción reconocible, fácil, bonita… pero por otro lado, nunca dejamos de esperar otro ‘How To Be A Heartbreaker’, otro ‘Oh No’ u otro ‘Radioactive’.
Pero no afeemos su comeback, porque con Diamandis todo termina siendo un “shut up and take my money” de manual, con lo que aceptaremos pulpo como animal de compañía y ‘Handmade Heaven’ como single de regreso. Uno del que seguiremos esperando grandes cosas y ediciones físicas tan locas como la de ‘Froot’, que se lanzó en 6 vinilos con olor a frutas al ser rascados.
Menuda reina del pop forzosamente indie.
