Claro, hace unos años, Pablo Alborán tenía tantos Platinos que podía haber empapelado un chalet con ellos y montarse su propio Museo Guggenheim a las afueras de Málaga. Que igual luego para el calor no hubiera sido lo más apropiado, pero por poder, podía haberlo hecho. Sin embargo, el paso de los años ha dejado a Pablo Alborán más tendiendo a un ajustado bañito en Oro. Este nuevo álbum, de hecho, pinta a conformarse con un paseíto por la Bijou Brigitte a la que echen un spray de falsa plata por encima a un vinilo del Discogs que encontró a 0,27.
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Pero se ve que el memo de esa situación no le ha llegado por fax a la oficina de Antonio José. Se ve que tendrán algún documento en cola y no reciben. Se han quedado sin conocer que este perfil de cantante melódico-Cadena Dial-friendly quedó ya en el pasado incluso para Cadena Dial. Y eso que Antonio José parecía ser conocedor: que en los últimos años se ha comportado como la persona más influenciada por el catálogo de los hermanos Ten para Vale Music, ofreciendo su reguetoncito básico aflamencado, su bachatita de legacy act que pretende ir de moderno y sus remixes con invitados del urbano. Y un dúo con Los Caños, porque tampoco puede uno atinar en todo de cara a 2025.
Sin embargo, La Luz es uno de esos singles que permiten que pronuncies las erres como Lisa Simpson cuando se hacía pija. La Luz es uno de esos singles que se cantan guiñando un ojo a cámara y apuntando con el dedo, de forma cómplice. La Luz se interpreta con el puño cerrado cerca del corazón, una media sonrisa satisfactoria y un no encontrar postura válida en un sofá imposible. Vamos, sirviendo el Alborán de más éxito. Aquel que había cogido los hábitos de Bustamante, la voz calmada de Bisbal y la ropa del Manuel Carrasco que aún no vestía haciéndole nudos a cordones del Natura. Aquel de los Platinos.
Y es que no tira. Es que queda de un genérico… que bien haría en actualizar la fila de los faxes antes de, de pronto, salir con un tema de influencias hip-hop en el que hable de la persecución de la prensa. Si ya chirriaba con su compañero, imaginad con Antonio José.
Será tu rollo si: Antonio Orozco se te antoja especialmente moderno; tu época favorita del año es la semana inmediatamente posterior a la Navidad; tienes una nutria por mascota.