Bueno, pues se terminó ya la pantomima de Aitana con los Bernabeus: la cantante mueve los espectáculos previstos en el estadio y finalmente los hará en el Metropolitano de Madrid, siguiendo los pasos de Dellafuente y Lola Indigo, que movieron sus fechas hace ya bastantes semanas.
Es curioso que Aitana haya estirado tantísimo esta narrativa, porque a primeros de marzo ya sabía que no haría el Bernabeu: el día que Lola Indigo cambia las fechas, en las de Aitana pueden ya comprarse visitas guiadas por el estadio, algo que no podía hacerse cuando su cita realmente estaba en pie. Es decir, que su equipo saber desde hace un mes que ese concierto no iba a realizarse.
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Pero aquí estamos, tiempo después hablando de que se les comunica a sus seguidores, vídeo mediante, el tercer cambio de este show, originalmente previsto para finales de diciembre del pasado año. Aquel primer movimiento, el que los llevó a junio de este año, tenía sentido, porque se esperaba que el estadio fuera capaz de albergar eventos musicales desde primavera. Pero esto es España: nunca confiéis en las fechas estipuladas para una obra.
Los conciertos de Aitana se celebrarán finalmente el 30 y 31 de julio en el Metropolitano, más o menos un mes después de las fechas previstas, a pesar de que en Metamorfosis, el documental de Netflix de la artista, ya se decía que había un Plan B en la capital para las fechas originales. Por lo que sea, ese plan B era imaginario.
Y claro, los fans se han rebotado un tanto con la artista. No es para menos: el concierto en el estadio, que se anunciaba como algo único, es ahora un tour con parada también en Barcelona y tres fechas; las citas en Madrid se han retrasado y ya no son siquiera el punto de arranque de los conciertos porque el primero se realizará en el Estadi Olímpic; tampoco caen en fin de semana, sino en miércoles y jueves, complicando la asistencia de mucha gente que se trasladara a Madrid para verla.
Sorprende, con todo esto, que la forma de comunicarlo de Aitana haya sido desde un coche y con un mensaje tan fácilmente desmontable:
- “Es algo que he intentado hasta el final, os lo prometo”: ¿Para qué? Tanto Dellafuente como Lola Indigo cambiaron sus eventos de localización y aquí paz y después gloria. ¿Qué más da un estadio que otro? ¿Por qué semejante cabezonería con el Bernabéu?
- “Hay cosas que no están en mi mano y es completamente inviable”. Lo que sí estaba en su mano era comunicarlo un mes antes, cuando ya lo sabían, para hacérselo más fácil a los asistentes.
- “Me parecía feo cancelar y ya está, no había otra alternativa para esos días en Madrid”. No es lo que se decía en Metamorfosis, rodado hace un porrón de meses.
- “He llorado mucho ya, le he sufrido muchísimo durante un año casi ya, no quiero hacer un drama de todo esto”. Pues efectivamente, no es el momento de hacerlo. Y de nuevo, el drama proviene de la cabezonería de un equipo y su fijación con hacer un estadio que todos sabíamos imposible por las circunstancias.
De verdad, desde el estreno del documental, toda esta era parece estar siendo comunicada por alguien completamente amateur. El declive de la imagen mediática de Aitana en apenas meses es algo digno de estudio. Veremos si no acaba por extenderse a su impacto comercial.