Cerrado el Benidorm Fest de 2025 y elegida la ganadora por la España Cutre que tantísimo disfruta la propia España, solo me quedaba por analizar el paso de las invitadas por el escenario. Sí, las, porque este año los hombres que han pisado el show como invitados lo han hecho a la sombra de la líder de sus bandas. Así he visto las performances en cuestión, ordenadas de la más gorila a la mayor pata negra.

08 · Isabel Aaiún

Lo de Isabel Aaiún fue una oportunidad de oro totalmente perdida: actuaba en la segunda sefiminal, que si bien hizo menor audiencia de la primera, ya se sabía con un importante colchón de apoyo de cifras de público. Ergo era un momento estupendo para poder poner un pie fuera del one-hit-wonder presentando, si no directamente una nueva canción, un medley de una con Potra Salvaje.

Pero Aaiún optó por lucir de nuevo una Potra que ha sido tan jugosa en el último año que ya no le queda nada por exprimir. Lo hizo, de nuevo, presentándola en su versión original, dejando al público algo goloso de escuchar la remezcla EDM que realmente la ha viralizado y que hubiera sido al menos curiosa para un show como este. La performance, sobria y sacando muy poco partido del aspecto técnico de Benidorm, me pareció bien poco relevante. Especialmente para ella.

07 · Edurne

Edurne volvió al Benidorm Fest para presentar el que fuera el segundo -¿y hasta ahora último?- single de Éxtasis, su más reciente trabajo. Desde aquí hago una petición a todo su equipo de estilistas para que, si todos estamos de acuerdo en abrazar un momento Kylie Minogue en muchas capas de su aspecto performativo, dejen de vestirla como a una bailarinas del The Eras Tour. El abandono de la tela de lentejuela cortada de diferentes formas debe ser inmediato. Depongan la lentejuela. Entreguen las armas.

Al menos la actuación nos dejó con uno de los memes de esta edición, con Edurne colgada del escenario esperando a que arrancar su momento, pareciendo que llevaba allí desde que Chanel se coronorara victoriosa. La performance estuvo bien -yo abogaría más por, de nuevo, llevar el Kyliemiento a un poco menos de coreografía para ella, porque su perfil es más Sabrina Carpenter que Tate McRae-, supo aprovechar el espacio, los visuales y la parte ténica como la que más de entre todas las invitadas.

Ella dijo: vengo a dar show, que estoy en mi momento más pop, y show voy a dar.

06 · Ginebras

La aparición de Ginebras en el escenario fue un momento de tocar césped para el Benidorm Fest. Posiblemente por primera vez en 2025, el Festival ponía un pie fuera de un club gay a las tres de la mañana. Y la diversidad musical -que no llegó ni con Chica Sobresalto, contagiada la mujer por hacer el show más eurovisivamente aceptable- llegó en forma de canción redonda, en forma de himno gritable de dar salto y dejarse llevar hasta acabar despeinados.

Las chicas tampoco hicieron gran cosa sobre el escenario y ni falta que hacía: su entusiasmo era contagioso y no necesitaron más que el tema, Ansiedad, el juego de luces de colores y la superposición de su logo en el background. Lo único que realmente les faltó fue un chute de confetti a cañón, aunque considerando que el público estaba tieso -¿los vítores de casi toda la noche eran pregrabados, verdad?- tampoco hubieran servido de mucho.

05 · Ruth Lorenzo. O bueno, Ruth.

A partir de ahora, el único Lorenzo es Francis. A Ruth se le ha caído el apellido -aunque a RTVE se la ha traído completamente al pairo al etiquetar todo lo de su performance en Youtube-, porque ha creado una banda que lleva su nombre. Sí, es confuso, es como si Amaia Montero se hubiera llamado Laura Eja. De Van Gogh, entiéndase.

En cualquier caso, Ruth llegó a Benidorm a hacerse un classic Ruth Lorenzo: presentar una canción que no está disponible en ninguna plataforma ni lo estará durante meses, no sea que a alguien le diera por escucharla, después de que la viera en directo más de un millón de espectadores. Ruth, mirando al pasado post-X-factor, ha decidido abrazar su momento rock y dejar de intentarlo como estrella del pop. Por ahora.

Dirty Love no será una canción para el público habitual de la artista, pero ella les vendió el pescado igualmente como si el trabajo de toda la flota de Vigo dependiera de ello. Ruth jugó con el micrófono, Ruth devoró a la cámara como si el aparato fuera Iker Casillas y ella alguien con un perfil en Onlyfans, y Ruth se paseó entre el público sabiéndolo suyos. Los gays son los dragones y ella Kahleesi. Solo que luego, a la hora de seguirla, se les enrede una de las alas con el cable del micrófono.

04 · Chenoa

La actuación de Chenoa, si esto fuera un ranking objetivo -como si eso existiera, también os lo digo- debería estar colocada más baja. Porque si atendemos al global, estuvo desaprovechadísima: esos bailarines que parecían vestido de ensayo mientras ella servía su mejor Diana de ‘V‘, esos visuales de Power Point de cualquier concierto en Santaclara De La Astilla, provincia de Guantánamo… hija, está ahí RTVE ofreciéndote su mejor Ana María Bordás y estás tú cogiendo su mejor Toñi Prieto.

Pero hay algo que equilibra después la balanza: la propia Chenoa. Y es más, la Chenoa que abraza su sentido común, de nuevo tirando del catálogo de la gloria, ese del que después huye como si le diera alergia cuando planea nuevos proyectos. La Chenoa que tiene el hambre de la que cantaba en el casino es siempre la mejor Chenoa, la que grita al público para que le siga la letra, la que se pasea por el escenario prácticamente a trote, la que a cada segundo parece decir “bienvenidos a la república independiente de mi coño moreno”.

Y ahí queda el público, olvidados los bailarines, el Power Point y toda la pobreza técnica, con una convalidación de la carrera de ginecología.

03 · Nebulossa

Por fin y de una bendita vez, aunque hayamos tenido que esperar al cuarto año, la ganadora de la última edición abre la gala final del Benidorm Fest. Como tendría sentido hacer anualmente, porque es de suponer que hay motivos para celebrar el tema ganador, más allá de lo que haya sido su paso por Eurovisión. En el caso de Nebulossa, su top5 en singles, su certificación como Platino en nuestro país, y el año redondo que la canción -no tanto la banda, la verdad- ha tenido.

Nebulossa decidieron subir al escenario de Benidorm sabedores de que esto era como su fiesta de cumpleaños. Con muchísima actitud, una mayor despreocupación por la perfección y una mayor gana de estar bien rodeados de cuerpo de baile, visuales de su momento festivalero y el abrazo del público. Y dio subidón.

Si bien Zorra no me parecía el bop que terminó siendo cuando la escuchamos por primera vez -me sigue sin parecer tan pegadiza como insistíamos todos en que era-, bien es cierto que puede haber sido la única canción hasta la fecha que ha ganado este Festival como canción. Lo ganó porque la cantaba la gente, porque después la escuchó y porque era un tema presentado como canción, no como puesta en escena. Ninguno de los otros años podemos decir lo mismo.

02 · Amaral

Bueno. Amaral son un absoluto icono de nuestra industria musical. Hablar de Amaral, 23 años después de que el mainstream enloqueciera con Estrella De Mar, 27 después de su álbum debut, sigue siendo absolutamente relevante. Su mera presencia sirve para recordar, mínimo, media docena de himnos casi de manera inmediata. Pero es que encima decidieron hacerlo en el escenario. La pareja empezó con un show íntimo, con ellos dos entre un juego de luces que enmarcaba el momento, recordando Marta, Sebas, Guille Y Los Demás y El Universo Sobre Mí, para dejar después su espacio a su más reciente single, Dolce Vita.

Una canción cargada de energía, espíritu positivo e incluso un ápice de nostalgia bien empleada, que se puso en el escenario acompañados ellos de la banda, una pequeña tarima y unos visuales naturales, acordes a la estética de toda esta era. Y en serio, todo aquello lucía mucho más Eurovisión 2025 que lo que había visto en las performances previas, pensadas casi todas para un festival que solo existe en la mente de quien lo imagina pero no lo ve.

01 · Rigoberta Bandini

Hasta la fecha, solo dos concursantes de Benidorm han vuelto al escenario principal del Festival: Vicco y Rigoberta Bandini. Lo cual también debería dar una idea a RTVE de lo que ocurre con sus elecciones después de la emisión del programa. De ellas dos, solo Rigoberta se ha subido con una canción inédita como único reclamo a escena. Lo ha hecho con Kaiman, el más reciente single del que será su nuevo álbum, Jesucrista Superstar, a la venta el mes que viene.

Igual que ocurre con la performance de Amaral, pero en clave más show, lo de Rigoberta Bandini fue mucho más eurovisivo que la gala en sí misma, porque supo jugar con el equilibrio al presentar su número: primero, porque la clave ahí es que hay una canción sosteniendo lo que estamos viendo por televisión. Una canción que funcionaría igualmente sin que viéramos nada más que a Rigoberta. O si no la viéramos, que es lo que ocurre habitualmente. Funciona en la escucha. Parece una obviedad, pero repasaos el Benidorm de este año y hablamos de la importancia de esto.

Bandini se subió al escenario con ganchos puntuales: las señoras que formaban la banda allí presente, dejando un momento de shock entrañable y divertido, los colmillos dorados en contraste a su look de señora, y una coreografía minimalista e hipnótica. Poco, pero todo fácilmente rememorable.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies