Las cosas se ponen chungas en el campamento Tidal, y cuidado, porque las consecuencias de la siguiente investigación le pueden salir bastante caras a Jay-Z y compañía, si acaban dando el peor de los resultados. ¿Cuál es el problema actual con su servicio de streaming? Pues como si no tuvieran poco con el hecho de ser una plataforma grandilocuente con un número bastante limitado de usuarios, al parecer, podrían estar inflando los informes que le dan a SoundScan, el sistema de información que regula después las listas y posiciona a cada uno donde debe, según copias vendidas y escuchas.
La sospecha ha arrancado con el propio disco de Jay-Z, ‘4:44’, que acaba de debutar en el #1 de Estados Unidos con unas cifras bastante sanas, una semana después, eso sí, de ponerse a escucha en exclusiva en Tidal, porque la plataforma no quiso hacer públicos su número de streams en los primeros siete días. La siguiente semana, 122 millones de escuchas fueron reportadas del disco a SoundScan, pero 68 millones menos a BuzzAngle, otro analizador de datos que, sin embargo, no afecta a las listas de ventas.
El problema está en que Apple Music y Spotify -que evidentemente suponen la gran mayoría del consumo en Estados Unidos- han dado los mismos datos a ambas plataformas, con lo que la sombra de la duda está en el tercero en discordia, Tidal, que podría haber modificado los registros para favorecer al rapero.
De hecho, es otro amigo de Jay-Z quien ha sufrido el mismo caso un par de semanas antes: DJ Khaled obtuvo 17 millones más de escuchas en los datos de SoundScan que en los de BuzzAngle, y una vez más, Spotify y Apple Music dieron los mismos registros a ambos. El dato es más escandaloso, porque DJ Khaled ganó su #1 en álbumes por la mínima a Imagine Dragons, que de haberse computado esos millones de menos, quizá le hubieran quitado el liderazgo en la lista de álbumes.
Por tanto, ¿está inflando los datos Tidal en los lanzamientos que le interesan? De ser así, ojo, porque SoundScan amenaza ya con retirar su cómputo de las listas americanas, algo que podría dejar sus exclusivas tremendamente dañadas, por no poder tener un impacto público decente.
