Siendo honestos, Manel Navarro lo tenía complicado desde hace meses: el extremadamente extraño desenlace de su gala de preselección y el enorme cabreo de los eurofans españoles no hacía prever un gran año para la candidatura española. Después llegaría las casa de apuestas, los ensayos y la final de Eurovisión, donde Navarro posiblemente no sólo se cargo sus posibilidades durante la noche, sino que además, podría haberse despedido de su carrera.
Y es que España cierra el marcador eurovisivo por primera vez desde 1999, precisamente cuando Lydia tuvo que despedirse de lo que, hasta ese momento, había sido una discografía de discos de platino y oro. Y ella lo tuvo mucho más fácil, detrás no hubo polémicas, odios ni una actuación terrible. Manel lo había tenido todo, lo único que le quedaba para cerrar su annus horribilis eurovisivo era hacer el rídiculo en el escenario durante su actuación. Y sí, efectivamente, check.
Un doloroso gallo aparecía en el momento más álgido de ‘Do It For Your Lover’ -un momento bastante clave en una canción con poco factor sorpresa- y Manel Navarro se convertía, de inmediato, en un meme recorriendo las redes sociales europeas. Si lo tenía complicado para convencer al jurado con su actuación, las posibilidades de poder convencer al público se iban de inmediato por el retrete.
Y claro, Manel terminó con 5 puntos de un televoto portugués que casi nos los regaló con pena. Igual que hace 18 años cuando ‘No Quiero Escuchar’ se volvía a España con 1 miserable punto. Pero como decimos, peor, porque Lydia pudo culpar a un terrorífico vestuario, pero su actuación no fue discutida en absoluto. Los medios se han hecho eco, los eurofans se han hecho eco, y España entera sabe ya que, aún sin conocer demasiado al cantante o a la canción, el país ha hecho el ridículo en Eurovisión.
Lo más triste de todo es ver como Televisión Española ha tenido los santos bemoles de culpar al gallo de Manel de esa última plaza en el Festival de este año. Se les olvida apuntar que el jurado no otorgó ni un punto al muchacho en una actuación previa sin sorpresas vocales. Lo más triste, como decimos, es ver como el ente público piensa arrastrar a Navarro por el lodo para justificar sus desastres. Y creednos, Manel está de mierda hasta el cuello en este momento.