Le cuentas a la Lily Allen el revival que está viviendo este 2025 en 2018 y no da crédito. Su nuevo álbum, West End Girl, ha sido acogido con notable entusiasmo —especialmente entre el público británico— y el tour del mismo, que arrancará el próximo marzo, arrancaba en teatros y ha terminado anunciando fechas para el 02 londinense para el mes de julio del año que viene.
Existe un furor evidente por esta nueva era y no es para menos, porque Lily Allen se ha abierto en canal tan a lo bestia en el álbum —que narra su separación del actor David Harbour de forma súper explícita— que el público ha decidido convertirse en el mismísimo Doctor Vilches y ayudarla en la sutura de semejante herida abierta.
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Esta semana la promo del álbum la ha llevado al mítico plató de Saturday Night Live, donde la artista ha confirmado que West End Girl no va de singles: si, a priori, eran la canción que da título al trabajo y Pussy Palace los principales reclamos del álbum, ella ha apostado por interpretar en directo Madeline y Sleepwalking.
La primera no es demasiado sorprendente, porque es un elemento clave en la explicación de toda la narrativa del disco, pero la segunda sí que ha sido un agradable motivo de asombro. Ha presentado ambas canciones simulando una habitación de hotel —como la que da arranque al disco y a la crisis con su ex-pareja, motivada inicialmente porque ella acepta un papel teatral en Londres y se muda—. En ella interpreta Sleepwalking y en ella se acompaña muy bien de Dakota Johnson en el papel de Madeline.
Dakota interpreta la parte spoken word de la canción en la que Madeline ofrece su apoyo a Lily, desconocedora de que los códigos de la relación de pareja no la incluían en la ecuación. Desde luego, su mejor speech televisado desde aquel “actually no, that’s not the truth, Ellen“.
