Cuando Jennifer Lopez cancelaba su último tour, el correspondiente a This Is Me… Then -ya convertido en una especie de icono del fiasco camp-, imaginé que volvería a poner en marcha exactamente la misma gira una vez pasada toda la movida. Al fin y al cabo, ya la había reestructurado como gira de Grandes Éxitos. Lo que no imaginaba es que acabara siendo un evento completamente babalesco.
Jennifer Lopez saldrá de gira por Armenia, Kazajistán, Rumanía, Polonia, Hungría, Italia, Turquía, Egipto y España, por ahora. Que no me malinterpretéis, son países como otro cualquiera que también merecen sus dosis de show, claro está, pero bien es cierto que no son las fechas que usualmente un artista anuncia como primeros puntos de un tour global. Es que en nuestro país Jennifer Lopez hace tantas fechas como el último tour de Merche.
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Que tiene conciertos en Pontevedra, Cádiz, Málaga, Madrid, Barcelona y Bilbao. Por poco no actúa en las fiestas patronales de Alcudia. Lógicamente se llenarán, porque si pudimos hacer un hit multiplatino de Ain’t Your Mama en este país, podemos conseguir cualquier cosa con Jennifer Lopez. Os diré más: llega su último disco a publicarse en español como ‘Esta Soy Yo… Arriesgada Y Decidida’ y lo hacemos disco de diamante a la altura del debut de Estopa o La Oreja De Van Gogh.
Jennifer ha anunciado el tour en sus redes sociales un poco como Rosa López, con un vídeo que resume conciertos anteriores y hits de toda la vida, combinado con un “próximamente” si le preguntas por fechas y entradas. Que ni en su web oficial aparecen todavía. He tenido que ir a una cuenta fan en redes sociales para saber que planea el fin de gira en Armenia, todo un clásico. Iba a culmina con un concierto en la plaza del Ayuntamiento de San Marino, pero le dijeron que ese día lo tenía pedido el de Eiffel 65 para un brunch, de modo que dijo “Armenia, entonces”.
Estados Unidos tendrá que esperar, porque estaba vez Jennifer quiere asegurarse de vender entradas. Y qué mejor, para eso, que ir a lugares donde no te han visto tanto. Ahora bien, no se cómo van a funcionar esos tickets de 200 euros en Pontevendra. Habrá que ver hasta donde llegar el fervor conciertil de esta década.
