Este año he decidido echar un ojo con mayor detenimiento a las 36 canciones que se presentan a Eurovisión. De una en una, ire desgranando las candidaturas a la victoria en Basilea, Suiza. Eurovisión se celebrará el próximo mes de mayo, entre los días 13 y 17, celebrándose la final en este último, donde España peleará por su enésimo bottom con Esa Diva de Melody.
El país en el que me detengo hoy es Islandia.
La canción
La canción trata sobre marineros que navegan en su barco. Habla literalmente sobre mantenerse a flote en el agua, que quiero pensar, busca ser una metafora que anime a siempre mantener el ánimo en alto y saber que queda mar por navegar en la vida. O simplemente es una canción absurda que suena como si DJ Neil fuera el frontman de Mago De Oz.
Con este estilo de tema a lo Wellerman de Nathan Evans, que fue un hit en varios puntos de Europa el pasado año, estos dos muchachos buscan hacer de Cuando Zarpa El Amor suene a pop minimalista. Incluye, por supuesto, elementos de EDM machacón, un momento folkie como si The Corrs quisieran quitarse la vida a base de una sobredosis de MDMA -la droga, no el museo, que va con O- y muchas, muchas referencias marinas. Son prácticamente Chanquete en La Ruta Del Bacalao. Nunca mejor escogida como referencia.
El vídeo / la actuación
¿Os parecía que el avión que le hacían los bailarines a Lucía Pérez resultaba tétrico? Esperad a ver el barco que se montan estos chicos en el escenario, mientras en la pantalla aparecen besugos lanzados que ellos esquivan cual si fueran Hugo en el Telecupón. También interactuan con las pantallas led, consiguiendo el mismo efecto low-cost que con los inputs imaginarios en el escenario, y se pelean con la coreografía porque, si para algo da este tema, es para montar un pogo folk. Un pogo donde la gente se empuje pero llevando encima arpas y chelos. El instrumento, no la colaboradora de Ni Que Fuéramos.
Los VÆB son básicamente Jedward si hubieran terminado la educación primaria y no hubieran sido culpables de un agujero en la capa de ozono por el exceso de laca.
¿Qué opciones se le ven?
En este momento, con una posición 33ª de 36 en las casas de apuestas, pocas. No parece que Europa haya abrazado con entusiasmo semejante memez marítima. Y no será porque Eurovisión no esté cargada de canciones chorras este año después del efecto frustrado del Europapa el pasado 2024. Pero claro, hay que hacer una criba y estos dos chiquitos no parecen tener las papeletas para cantar línea en este bingo. Veremos si, al menos, consiguen llegar a la costa de la final.