Hoy ha sido la rueda de prensa de Eurovisón Juan Y Medio en Televisión Española, el Festival donde un puñado de niños vestidos de drag queen cantan canciones para que varios clubs de cuarentones desempleados alrededor de Europa envíen SMS por primera vez en el año. Cobrando ayudas y subsidio e invirtiéndolas en esto. Una vergüenza.
Este año los niños tendrán que actuar en Madrid, que es la ciudad encargada de organizar el Festival. A falta de juegos olímpicos, pues esto, que no atrae a su misma audiencia, pero que tiene en común el enorme esfuerzo: en las olimpiadas, el de los atletas; en Eurovisión Juan y Medio, el del público para no cambiar a toda velocidad al telefilm de Antena3 en el que una señores venden a su hija cuando eran jóvenes y después trata de recuperarla arrepentidos al darse cuenta de su error. Un poco el mismo argumento que la gala en sí.
En la rueda de prensa de hoy han estado los presentadores de semejante emisión, Marc Clotet, Melani Garcia y Ruth Lorenzo, acompañados de MEC, que como sabéis, aparece automáticamente, como un resorte con muelle, cada vez que el piloto rojo de una cámara se enciende. Cuentan las malas lenguas que el día que pillaron a Mar Flores y Lecquio en la cama, ella estaba bajo el nórdico teletransportada involuntariamente con el flashazo.
Claro, alguien ha aprovechado para preguntar por el Eurovisión de la gente sin tutelas legales. Y Ruth Lorenzo ha aprovechado para contar que es ‘disléxica profunda’, porque no iba a pasar una rueda de prensa sin una novedad en clave de dramedia que la rodee. En la gala le saldrá dermatitis, veréis.
Total, que Sonido Singular Del Correcaminos ha aprovechado para contarnos que, de las mil canciones (mil, curioso) que se han recibido para el próximo Benidorm Fest, hay más variedad en lo que es folk y urbano, que hay más rap, pero que sobre todo hay canciones que el Melodifestivalen descartaría, de las que Rebeca haría un cover dance y que acabarán en manos de alguien como Jorge González, que dirá de ellas que son “muy modernas”.
Tan modernas, de hecho, como el hecho de que MEC haya dicho que “por primera vez, han recibido una canción compuesta por inteligencia artificial”. Que eso ya pasó con ‘Flamenco’ con toda probabilidad, pero nadie le preguntó a tiempo al ChatGPT. En ese momento, Ruth Lorenzo se ha marcado un “las caras, Juan, grábales las caras. Las caras, las caras”.
Con una mueca de disgusto, ha exhibido frente a la prensa una obviedad: que tirar de una herramienta que vulnera por completo los derechos de autor de miles de compositores no es el hot take que María Eizaguirre creía que era. Que eso no es como decir “me he hecho un chat” cuando quedas con tus amigas en el Yves Rocher, que quedas como de moderna. Que es una cosa chunga, compleja, feíta.
