Cuando creíamos que Televisión Española no podría organizar una preselección peor que la de años anteriores, van y nos sorprenden batiendo el récord de bochorno por minuto con la peor gala que se haya emitido nunca para elegir representante. Y lo peor de todo es que gran parte del problema no ha sido la realización de la misma, sino el público que asistía a ella. Siendo más claros que el agua: la gente allí presente ha dado asco y vergüenza al mismo nivel. Asco y vergüenza.
Vayamos por partes, de todos modos, para entender lo que ha ocurrido esta noche en ‘Objetivo Eurovisión’.
La canción ganadora, ‘Do It For Your Lover’ de Manel Navarro
Seguimos opinando que era la mejor canción de las cinco que se presentaban al Festival, sigue siendo la más reproducida en streams y la única de ellas que sonaba a editada este año, y no bebía de temas de hace una década. En cualquier caso, somos críticos con la puesta en escena. Manel ha estado rodeado de demasiadas cosas que no tenemos muy claro de qué servían: la playa del suelo, la postal detrás, la banda alrededor… si la intención era enviar una propuesta sencilla y fresca, hagámosla sencilla y fresca. No hagamos que aquello parezca La Oreja De Van Gogh en una verbena.
La gala, mal como siempre
Televisión Española no ha sabido estar a la altura, un año más: ha habido muy poco ritmo, muchas actuaciones de relleno (en serio, podríamos haber vivido sin David Civera y ese ‘La La Land’ sin sentido que se han montado con Roko y Edu Soto), muchos silencios incomodos de un Jaime Cantizano que parecía estar improvisando cada cinco minutos… Ha mejorado -un poco- la escenografía, pero el resto ha seguido bajo mínimos: demasiado larga, demasiado aburrida, los grafismos horribles, los comentarios penosos… Es increíble que sigamos emitiendo semejante contenido.
El jurado, peor aún que la gala
Xavi Martínez ya llegaba con los ojos de los eurofans sobre él por haber apoyado de forma descarada la candidatura de Manel Navarro las semanas previas al programa. Virginia bien, pero ¿qué sentido tenía meter a Javier Cárdenas ahí en medio? ¿Qué podía aportar el locutor a todo esto? No hubiera sido tan difícil conseguir unas caras más relevantes, con más que aportar y menos relacionadas con los candidatos para dar una imagen más neutra. Francamente, la actuación de Mirela comiéndose dos puntuaciones menores ha sido para poner el grito en el cielo, no de la manera que se ha hecho después, pero ha sido más que sospechoso: ha tenido una actuación dignísima.
El público, lo más bochornoso de la emisión
Ya nos estaba dando bastante vergüenza ajena escucharlos gritar durante toda la preselección como amigos que se juntan en el bar para dar su opinión a base de berridos, pero el final ha sido deplorable: el empate de Mirela y Manel Navarro (ganando ella por los votos del público) se ha roto con los votos del jurado. De acuerdo, no estaba bien, y ha dado una tremenda sensación de tongo, pues ante la misma situación en 2014, Ruth Lorenzo fue elegida como representante por tener mayor voto del público. Este año, en un movimiento sospechoso y repentino, Cantizano cedía la palabra al jurado.
Terriblemente mal, ya lo hemos expuesto incluso en nuestro Twitter: tendrían que haber dado la victoria a ‘Contigo’ de Mirela. Pero eso no justifica que desde ese momento, Manel haya tenido que enfrentarse a gritos de “tongo” en directo, a gritos de “vergüenza”, y demás despropósito.
Es. un. maldito. programa. de. televisión.
Se ha hecho mal sí, pero francamente, si nosotros fuéramos Televisión Española, ni un eurofan volvía a poner un pie en una preselección y se acabó. Eso sí, después hemos visto el corte de mangas que el cantante, fruto de la tensión, les ha terminado dando, y así tampoco, Manel. Así tampoco.
Do it for your lover, do it for your audience 🖕🏻#ObjetivoEurovisión pic.twitter.com/rR4agBjJKg
— Diego (@HuskySoy) 11 de febrero de 2017