Camila Cabello es uno de esos ejemplos de cantante de éxito que nadie sabe exactamente recordar por qué. O con qué. Posiblemente mucha gente recuerde ‘Havana‘, pero aunque Camila ha conseguido un par de hits contundentes más (‘My Oh My’ o ‘Bam Bam’, por ejemplo -sin computar ‘Señorita‘, que fue un lanzamiento de Shawn Mendes), hay un punto de trascendencia que nunca supera. Es como si las canciones triunfaran por encima de ella, como si su presencia no fuera decisiva a la hora de marcar sus números. Un poco como ‘El Diario De Patricia’. Si el tema era bueno, funcionaba. Pero podía presentarlo Patricia o podías poner a Blanca Romero frente a las cámaras y hubiera hecho el mismo dato.
De modo que en todo esto, Cabello sigue buscando su motivo de trascendencia. Porque cuando la habíamos enmarcarcado en el latino camp, el fiasco internacional de ‘Don’t Go Yet’ nos dio una bofetada en la cara. El del disco entero, ‘Familia‘, una patada en la entrepierna. De modo que no, ‘Havana‘ tampoco la había convertido en Carmen Miranda.
Y así llegamos al arranque de motores de su cuarto disco, aún sin fecha o título, que se presenta con ‘I Luv It’, producida por El Guincho y con un vídeo de Canadá. Pero a eso se limita la ‘Marca España’: como decíamos, las maracas han quedado aparcadas. En su defecto, Camila ha apostado por dirigirse a su público más pop underground. Considerando que existiera, claro.
‘I Luv It’ suena a Charli XCX, suena a Tove Lo, podía haber sido un tema de Kim Petras. Pero en manos de Camila, también suena a entrar borracho a un campo de tiro. Dispara un poco en todas las direcciones. Se asegura de no fallar el tiro que buscaba acertar a base de masacrar a disparos el resto del habitáculo. No es que falle la diana, es que para acertar ha decidido dejar todo como un colador. Mucha producción, mucha estética, mucho hook, mucha distorsión, mucha búsqueda del viral inmediato… pero de nuevo, una canción que, de funcionar, funcionará por encima de Camila. La pobre sigue siendo Geri Halliwell en la portada de ‘Scream If You Wanna Go Faster’: va en patines, pero lo que la está moviendo realmente es el coche que tiene delante.
Verás tu con el frenazo.
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Será tu rollo si: Vuelves de un sábado noche con la idea de más música a tope en casa; tienes TDAH, crees en el pop como un pasillo más del MOMA.
