Este pasado fin de semana, Megan Thee Stallion publicaba ‘Hiss‘, un nuevo single aparentemente inocuo pero que contenía un verso clave: “Estas p*tas no están cabreadas con Megan, estas p*tas estás cabreadas con la Ley Megan”.
La Ley Megan, aprobada en Estados Unidos en 1996, obliga al Departamento de Justicia a hacer pública la información sobre agresores sexuales. Y por supuesto que el marido de Nicki Minaj no podía ser otro tipo de persona que una con una sentencia de agresión sexual, por la que pasó un año de arresto domiciliario. Y a Minaj no le ha hecho falta nada más para hacer una extensa gala de su habitual y maravilloso patetismo en público.
A lo largo de dos largas –laaaaargas– jornadas, Nicki ha cargado contra Megan Thee Stallion a través de directos de Instagram, tuits, historias y publicaciones en su perfil. Por supuesto los tiros han ido a lo bajuno habitual de Minaj, citando a la madre fallecida de Megan (murió en 2019), a la agresión que la cantante sufrió por parte de Tory Lanez y por la que él también acabó en prisión, diciendo que Megan no sabe rapear en beat, que está fracasando, que tiene ghost writers e incluso que llama a Cardi B -amiga y colaboradora habitual de Thee Stallion– con el sobrenombre racista de ‘sucia mexicana‘.
Dos, como decimos, largas jornadas en las que quizás alguien podría haber conseguido algún trabajo para Minaj, porque queda bastante claro que tiene un tiempo libre tremendo. Cualquiera diría que tiene un álbum de éxito y una familia con la que estar, la pobre lleva dos días desgastando los retenedores de tanta rabia. Va a tener que ir corriendo al Dr. Smile a pedir unos nuevos. Por supuesto, todo esto va a tocar techo con ‘Big Foot‘, el single que ahora Nicki se la devuelve a Megan Thee Stallion. Una referencia, de nuevo, al disparo que Tory Lanez le metió a la cantante en el pie.
Mientras tanto, Megan Thee Stallion continúa la promo del single sin hacer mención alguna a Nicki en sus redes o en medios, con el tema posicionado en el #5 de Spotify US con 1,2 millones de escuchas en la última jornada. La imaginamos con una copa de champán en el sofá de su casa, celebrando que el éxito inicial del tema (entró al #8) está siendo ahora promocionado por un equipo que no es el suyo. Cero gasto, todo recompensa.
