Hace apenas unas horas que nos enterábamos de las acusaciones que Cassie, pareja durante más de una década del rapero Puff Daddy -o Diddy, según el momento-, le echaba encima. Lo acusaba de maltrato y abuso sexual, a través de una serie de hechos que nos dejaban con el culo totalmente torcido, incluyendo la prostitución, el abuso de drogas y la manipulación de armas.
Una auténtica pesadilla que, de pronto, vemos esfumarse de los medios y titulares a través de un acuerdo firmado de forma amistosa entre ambas partes. Un acuerdo económico que se estima en 20 millones de dólares, pero del que no se ha confirmado realmente nada de forma pública.
En cualquier caso, Cassie y Diddy han enviado comunicados confirmando que la historia de la cantante no continuará su recorrido en los juzgados ni en los medios. Así lo ha explicado ella:
“He decidido resolver este asunto en términos amistosos sobre los que pudiera tener algo de control. Quiero dar las gracias a mi familia, amigos y abogados por su apoyo.”
Y así él:
“Hemos decidido resolver este asunto de forma amistosa. Deseo a Cassie y su familia todo lo mejor.”
Los abogados del rapero han querido añadir una conveniente aclaración al respecto del acuerdo económico:
“Sólo por aclararlo, la decisión de acuerdo no significa que el Sr. Combs esté asumiendo culpabilidad alguna, ni es contraria a su rotunda negación de los hechos que se le imputaban. Está contento de haber conseguido un acuerdo mutuo y desea lo mejor a la señorita Ventura.”
Ambos quedan bastante mal tras la firma
El caso de Cassie y Diddy es escandalosamente violento. Y en un momento como este, con una acusación así o se sigue adelante o queda una nube de lamentable sospecha sobre el caso. Cassie, acusada por Diddy de buscar dinero y el acceso a la publicación de un libro de memorias sobre el caso, resulta cambiar la justicia por unos millones de dólares.
Es comprensible que quiera ahorrarse los dolores de cabeza que todo esto iba a acarrearle, el tiempo en juzgados y la búsqueda de pruebas con las que sostener todo su caso, pero sinceramente, tras contar lo que ha vivido, nos parece que es bastante llamativo que decida dejar que él se vaya de rositas a cambio de un ingreso bancario.
Por otra parte, él queda rematadamente mal. Si la acusa de querer dinero y se lo ofrece a las primeras de cambio, está clarísimo que algo teme perder con todo este caso. Algo que, además, ya tiene encima: con el mero hecho de la acusación, a Diddy se le complican mucho las cosas. La firma, tal y como los abogados preveían, puede considerarse una confirmación de los delitos. Un acuerdo para que el cajón de la mierda no siga abriéndose.
