No será porque no lo llevemos diciendo años. Que Mala Rodríguez será todo lo talentosa que uno quiera -especialmente en un estudio de grabación-, pero que luego es una señora que hace absoluto honor al nombre que lleva. Y ahora le viene de perlas el speech de “es que siendo una mujer en esta industria…”. No, amorch. Una cosa es tener dos ovarios bien puesto -que tenemos una industria repleta de muchas de ellas- y otra cosa es ser una compañera horrible y una persona con nula educación. Que es lo que se le aplica a ella.
Pero vamos, que no es nada nuevo, que parecerá que estamos descubriendo ahora que esta señora ha sido toda la vida de Dios una persona espantosa. La última liada la ha llevado a cabo en el festival RRandom -vamos a ahorrarnos el chiste-, cuando ha decidido que la forma apropiada de quejarse de que Jere estuviera sobrepasando su tiempo límite en escena era salir a cortarle. No entre temas, que hubiera tenido un pase. En mitad de una canción, agarrando el micro y dirigiéndose al público diciendo lo siguiente:
“Hola, ¿qué tal? ¿Cómo está Rubí? ¿Cómo está mi gente de Rubí? Me ha dicho alguien que tienen que ir cortando porque nosotros tenemos que seguir cantando y hay más grupos en la fila. Lo sentimos mucho, ¿sabes? Ay qué lástima, qué lache, qué pena.”
Énfasis en ese “ay, qué lástima, qué lache, qué pena” y el tonito, que la describe perfectamente. Qué lache, efectivamente. Habrá quién piense que la mujer razón tenía, porque Jere estaba excediendo su tiempo y pisando el de ella. Bien, esto ocurre en cada Festival existente. No pasa nada. Se sigue adelante. Incluso podría haberle lanzado una puntillita shady al subir ella a escena. Pero no, tuvo que salir a hacerse la chula en mitad de una canción.
Será por cosas como esta que poco a poco han ido todas adelantándola por la izquierda, perfilando mejor que ella un proyecto que en su día fue prometedor, y que ahora la ha dejado para cuatro features y dos títulares haciendo el imbécil. Como el de hoy.
