Acaban de cumplirse doce años del nacimiento de una de las mayores boybands del pop reciente, y la más importante del pop occidental en los últimos años: One Direction. Hace algo más de una década, los cinco componentes del grupo eran rechazados tras sus castings de ‘The X Factor’, pero el programa se guardaba una sorpresa: los repescaría de inmediato si aceptaban presentarse al show como grupo. A su lado, en el escenario, un cuarteto de chicas pasaba por la misma situación, aunque de ellas poco hemos sabido después.
One Direction nacía así, de la unión de caras de un casting para cinco solistas, pero llegaría a triunfar en el mundo entero. Eso sí, no a ganar el programa, que quedaría en manos de Matt Cardle –choices-, siendo ellos terceros, un puesto por detrás de Rebecca Ferguson.
‘The X Factor’ ha querido ahora mostrar cómo se tomó la decisión de reunirles en un grupo. En las imágenes, nunca antes emitidas, se puede ver a Simon Cowell, Louis Walsh y Nicole Scherzinger debatiendo sobre quién debe o no pasar y quién debe formar parte de una banda. En resumen, es ella la que más aporta y mueve el cotarro para que el quinteto quede formado:
“Tienen demasiado carisma y presencia escénica como para dejarlos ir. Son como pequeñas estrellas, no puedes dejar escapar a pequeñas estrellas. (…) Míralos, se los ve tan bien juntos… las niñas se van a volver locas con estos chicos.”
Lo curioso de todo es la tremenda consideración en la que tienen a Liam Payne, que a largo plazo ha acabado siendo el que menos tirón ha conseguido en solitario. Vamos, un tirón de single y medio, vaya. Louis y Nicole hablan de que podría ser “el líder del grupo” y Scherzinger añade que “podría brillar dentro de la banda”. El único más reticente es Simon Cowell, que lo ve soberbio y dice que “se cree mejor que todo el resto de la mesa”. Curioso que, tantos años después, una espantosa entrevista de Liam Payne dejara ver que su problema de ego persiste incluso en sus horas más bajas.