Cerrad los ojos. Imaginad una discografía loca donde las haya. Tomaos vuestro tiempo. Jesús, eliminad Mecano de las opciones, ya han hablado de ello lo suficiente como para cuatro generaciones. ¿Alaska? ¿Pero qué estáis imaginando? Mirad, mejor si abrís los ojos y os preparáis para que analicemos para vosotros la discografía de Shakira. Porque sí, a esa nos referíamos, que no sabemos dónde tenéis la cabeza. Bienvenidos a Hits Don’t Lie, la sección en la que desgranaremos los singles de la colombiana uno a uno.

¡Preparaos para mover las caderas y arranquemos un nuevo visionado!

El argumento y la metodología

Corría el año 2012 cuando a Shakira, tras el éxito de su álbum en español ‘Sale El Sol’, volvió a picarle el gusanillo del sonido internacional. Y tiró la casa por la ventana, oigan, que se reunió con Dr. Luke, Max Martin y Cirkut, amén de otros compositores y productores, para dar forma a su single de comeback internacional.

Y por increíble que parezca, de toda esa mezcla de talentos lo que surgió fue un tema titulado ‘Adentro‘, que en inglés llevó por título ‘Truth Or Dare (On The Dancefloor)’. Ese tema, a todas luces regulero -como podéis escuchar algo más abajo- debía poner a Shakira de nuevo en el disparadero anglosajón con un estribillo machacón y mucho espíritu de bar. Pero, oh, la cantante se quedó embarazada y este regreso por todo lo alto se quedó congelado en el tiempo.

Dos años después, la canción se recicló en ‘Dare (La La La)’ y ‘La La La’ respectivamente, algo mejor perfiladas que sus versiones originales y con esencia futbolera de transfondo: por segunda vez consecutiva, la FIFA le pedía a Shakira poner música al mundial de fútbol. Eso sí, finalmente, su canción quedó como subtema oficial, por detrás de ‘We Are One’ de Pitbull y Jennifer Lopez. El posicionamiento de ambos temas terminó diluyendo el impacto de las dos canciones y ninguna conseguiría tener la impresión de himno global de ‘Waka Waka’.

Shakira eligió ‘La La La’ como el tercero de los singles de ‘Shakira.’, el álbum en inglés -o prácticamente en él- que publicaría aquel 2014.

El vídeo oficial

Evidentemente, con el trajín que tuvo ‘La La La’ hasta salir publicada, la canción acabó teniendo dos vídeos. Uno terrible, rodado en Lisboa cuando iba a ver la luz originalmente, y otro terrible -pero menos- rodado para el Mundial de Fútbol.

Empecemos por el vídeo portugués, que se nota rodado bastante antes porque el look de Shakira es completamente distinto. Si esto iba a ser su gran comeback internacional, sólo tenemos una cosa que decir sobre el vídeo: CABALLERO. Es decir, no puede resultar más budget todo el efecto de colores, el tiro de cámara un tanto a la babalá, la ambientación elegida… y después todo roto por una especie de club improvisado entre neones que poco o nada tiene que ver con todo el imaginario anterior. Un poco la chapuza padre, que menos mal que quedó como vídeo secundario. Secundario también porque internacionalmente sudaron lo más grande de este lanzamiento, vaya. Sudaron tanto que en vez de Shakira podría haberlo editado el AB Shaper.

En español y para el mundial, la cosa mejoraba un poco. Seguía notándose el espíritu de ahorro, pero con Jaume De Laiguana tras las cámaras (‘Don’t Bother’, ‘Rabiosa’, ‘Loca’…) la cosa quedó más resuelta. Shakira volvió a tirar de folclore y futbolistas para rellenar los huecos de ‘Dare‘ y básicamente filmó el vídeo de ‘Waka Waka’ con un poco más de arena en el suelo. Ella un año te hace de africana y al siguiente es más brasileña que la depilación. En el clip, por cierto, aparece su hijo pequeño chutándole el balón a un elefante. Si el Mundial llega a ser en España, imaginamos que Shakira lo hubiera puesto a chutarle el balón a las palomas de Plaza Mayor. Con muñones en las patas en su mayoría.

¿A qué Shakira representa?

A la Shakira que lo mismo ocho que ochenta. La Shakira que se levanta una mañana y dice “voy a hacerme una tostada”. Y lo siguiente que sabes que está cortando una rodaja de melón, colocándola sobre el pan, sumándole encima nocilla y dos chuletitas de cordero recién fritas. Y como topping, frambuesa de cerezas. Y oye, contentísima con su tostada.

Pues esto es un poco igual: ‘La La La’ tiene varios objetivos y fracasa en casi todos ellos, lo cual hace de la canción una fantasía:

  • Es Shakira tratando de resultar inmediata para el público internacional.
  • Es Shakira tratando de ofrecer una letra que sirva como himno futbolero.
  • Es Shakira tratando de ser woke, acercando culturas.
  • Es Shakira tratando de ser SECSI.
  • Es Shakira tratando de lucir a Carlinhos Brown, pero cortándole antes de que se ponga pelma. Es decir, rápido.

¿Cuántos golpes de cadera merece?

Pocos golpes. Es que seamos honestos: esto nos los colaron porque con cuatro cervezas de más, lo poco que puedes entonar tras una goleada es “la”. Pero para eso, pues que hubieran remezclado a Massiel, con lo que le gusta a Kygo una vieja gloria, por ejemplo. Lo de Shakira pues bueno, podría haber sido peor: si antes habéis pulsado play en ‘Adentro‘, bien lo sabéis. Originalmente era una de esas canciones que tenían la misma temática que ‘Me Enamoré’.

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