La buena noticia es que ‘SloMo’ de Chanel ya tiene vídeo oficial. La mala noticia es todo lo demás, incluido el hecho de que ya tiene vídeo oficial. Porque la pobre muchacha no merece semejante despliegue de mal gusto y cutrerío. La gente en redes está comparando el clip con el de ‘Pégate’ de Ylenia, pero lo cierto es que la de ‘Gandía Shore’ tenía incluso planos bastante mejor llevados a cabo.
A Chanel le han encasquetado un vídeo de concursante de ‘OT 2’, de esos rodados a toda leche para seguir con las fechas del planning a rajatabla. Pero al menos, Tessa salía mona en el vídeo de ‘Tú Volverás’. Los primeros planos de Chanel en ‘SloMo’ son… denunciables. Y no sabríamos explicarlo, pero la energía de esos primeros planos grita Armenia 2005.
Todo lo demás en ‘SloMo’ es Vale Music. Es un fondo negro, cuatro focos, y una absoluta despreocupación por la estética. Ni hace un favor a los momentos de baile, ni a ella, ni a la propuesta, ni a la propia canción. El vídeo completo es una zancadilla en toda regla a la candidatura, lo cual es una tristeza considerando lo bien que iban las cosas hasta ahora, más allá de polémicas. Bien es cierto que el vídeo de ‘SloMo’ no pasará después factura a Chanel en el directo, que realmente es lo esencial en Eurovisión -ya lo vimos por ejemplo con Eleni Foureira-, pero la verdad es que el clip deja un sabor de boca malísimo.
Cuando llega el momento del dance break, con las únicas imágenes medianamente salvables del vídeo, las de Chanel en mitad de la lluvia, uno descubre que han decidido cortar la música de esa parte. No es que no haga en break, porque los movimientos se ven, es simplemente que no sigue un ritmo determinado. Si se trataba de guardarse una carta bajo la manga, alguien debía haber avisado al director que ese break puede verse en cualquiera de las actuaciones de la artista. Incluyendo la que está subida al canal de Eurovisión.
De modo que, probablemente, ni siquiera obedece a ese razonamiento. Es simplemente una cosa cutre hecha sin el mínimo gusto. Y mira que era fácil lucir un vídeo teniendo todo el peso del proyecto en una coreografía. Esto ha quedado en plan The Pussycat Don’t.
