En su primer álbum, ‘Como Ves No Siempre He Sido Mía’, Belén Aguilera ya mostraba una curiosa capacidad de mezclar el espíritu de su generación con composiciones que bebían más del pop clásico, dejando en baladones al piano una sensación contemporánea que evidenciaba algo especial en su proyecto. Y de pronto llegó ‘La Tirita’ con Lola Indigo, un single en clave reguetón con destellos de pop-rock que nos descolocaba por completo: ¿estaba Belén en busca del hit fácil después de firmar un primer álbum con tanto mimo?
La respuesta, tras escuchar su segundo largo, ‘Superpop’, es claramente no. Y es que ‘La Tirita’ era la primera pista hacia un catálogo de canciones que, igual que la revista a la que hace un guiño su título, sirve de reflejo generacional. Y toca absolutamente todas las teclas.
El uptempo como armadura de defensa
Si algo ha conseguido Belén Aguilera en su segundo trabajo es contar historias sentada al piano, pero también con una base bailable. Descolocar al oyente que cree estar escuchando algo más banal porque el ritmo es bailable y, sin embargo, narrar una historia bastante profunda en su letra. Una estrategia que ya siguió Lady Gaga en ‘Chromatica’, que era un disco con unos mensajes tremendamente personales entre beats uptempo.
Belén Aguilera aprovechaba ‘La Tirita’ para contar una historia de sororidad post-ruptura, fácilmente identificable para cualquier muchacha de su edad que esté pasando por una situación similar. También se verán reflejadas en ‘Fuck Off’, que posiciona a la intérprete en un entorno en el que no quiere estar por un objetivo que se desdibuja con el avance de la canción. Lo hace, además, tirando de elementos de un R&B que nunca llegó a funcionar en España hace un par de décadas, y que encuentra más de un recoveco de justicia poética en el que acomodarse el disco.
Otra de las uptempos, ‘Camaleón’, ahonda más en esto del hacerse encajar, en la coraza frente a la sociedad y al mostrar una cara en público que creemos que nos protege del mundo. Belén explica la situación adornando la canción con un halo de clubbing, con distorsiones que nos llevan a la sensación de un sábado etílico, oscuro, de nuevo a un entorno al que su generación puede trasladarse muy fácilmente desde la primera escucha.
Y la cara B que lo acompaña
Tras el subidón, llega su cara B. Es precisamente por eso que ‘Camaleón’ tiene su némesis en el tracklist, ‘Camuflo’, que directamente cita a su predecesora y explica las consecuencias de permanecer con la coraza encima durante un largo tiempo. Lo hace con una melodía delicada, emanando fragilidad, porque en eso también Belén empieza a demostrar una maestría poco habitual en nuestra industria. ‘Cristal’, la canción que cierra el álbum, es también reflejo de ello.
Pero incluso con menos minimalismo, en cortes como ‘Cielo Y Tierra’, ‘Tirando De Carrete’ o ‘Niña De Ojos Tristes’, Aguilera se posiciona como gran storyteller de su generación de intérpretes, explicando la nostalgia inmediata, la sensación de prisa perpetua, el miedo a la falta de compromiso o el síndrome del impostor con melodías sencillas, precisas, que no dejan al oyente un momento para desconectar de la narrativa. Los cambios en la métrica, los estribillos absolutamente concisos y la sencillez aparente con la que Belén construye cada canción hacen de ‘Superpop’ uno de los mejores discos pop del panorama español contemporáneo. Hace fácil lo difícil.
Y lo hace, además, sabedora de sus influencias. Con sus juegos de palabras, sus guiños al pasado pop de Nelly (‘La Tirita’) o Jamelia (‘En Las Nubes’), su vista atrás en el presente y su futuro inmediato, con las puertas abiertas, a la espera de ser contado. Traslada a quien lo escucha a comprender mejor a toda una generación, la necesidad de esta de tener varias caras para afrontar la vida (‘En Las Nubes’), la hipersexualización como tapadera de otros problemas, en vez del sexo como algo a disfrutar (‘Vértigo’)… no hay canción en el tracklist que no oculte una historia que comparta gran parte de la población adolescente y veinteañera actual.
De hecho, el desarrollo de ‘Superpop’ toca techo en ‘Inteligencia Emocional’, que describe, sin andarse por rama alguna, toda la problemática emocional que sufre esa generación. Y, en realidad, casi todas las que colindan con ella en edad.
‘Superpop’ es un salto en ambición para Belén Aguilera, una transformación de aquellos primeros pasos del disco anterior hacia un proyecto con muchas más capas, pero que esconde la misma verdad. Como leer las páginas de un diario, el nuevo trabajo de Belén Aguilera tira de todos los trucos e historias que dibujan el perfil de su generación. Si alguien necesita saber qué es lo que se les pasa por las cabeza a los “jóvenes de ahora”, que diría cualquier boomer, ‘Superpop’ tiene las respuestas. Y es tan incómodo como necesario.
9.5
Temas clave: ‘Inteligencia Emocional’, ‘Niña De Ojos Tristes’, ‘Cielo Y Tierra’.