Hacía meses que no sabíamos de Sarah Harding, que se recuperaba de un cáncer de mama que ya había avisado de que había sido pillado tarde y tenía un diagnóstico complicado. Las malas noticias han vuelto, porque la cantante ha dado una entrevista de cara al lanzamiento de su biografía, ‘Hear Me Out’, y le ha explicado al Mirror que la enfermedad no remite. Y lo que es peor, se ha extendido a más partes de su cuerpo:
“En diciembre, mi médico me dijo que las siguientes Navidades serían posiblemente las últimas. Estoy en una situación en la que no sé cuántos meses me pueden quedar.”
Según parece, el cáncer ha atacado también a su columna vertebral y a su cerebro. Los médicos la han instado a tomar sesiones de radioterapia, pero la cantante de Girls Aloud se ha negado, porque no parece que le aseguren en absoluto que el tratamiento vaya a salir bien. Asegura que, si no hay unas mínimas garantías, no quiere perder el pelo de cara a los meses que le queden.
“No quiero tener que vivir como este tiempo ocultándome. Estoy tratando de vivir cada segundo de mi vida disfrutándolo, sea cuanto sea el tiempo que me quede. Lo que me gustaría hacer es poder ver a todos mis amigos, juntos, una última vez. Una forma de agradecerles todo lo vivido y despedirnos.”
Nos parece terrible tener que escuchar estas noticias, justo cuando esperábamos verla de vuelta con un mensaje positivo sobre su recuperación. Todo apunta a que la situación con la pandemia y el tardío seguimiento del tumor original ha provocado la extensión de la enfermedad, y por lo que parece, ya no hay mucha vuelta atrás.
Esperemos que Harding disfrute de estos meses de la mejor forma posible y llegue a tener la posibilidad de decir adios a todos los que quiere, aunque no pueda ser -al menos por ahora- juntándolos en una gran fiesta.