Pontejos podría haber entrado en quiebra tras la compra para atrezzo de cara al vídeo de ‘Voy A Quedarme’ de Blas Cantó. La canción eurovisiva ya tiene vídeo oficial y hay dos cosas en las que se ha invertido el presupuesto: en cortinaje, de buen material, variopinto y presente a lo largo de prácticamente todas las escenas del clip, y en figuración de abuelas. No nos llaméis brutos, que es como se presenta a la mujer co-protagonista del vídeo durante los créditos.
Con las cortinas colocadas en su lugar, la abuela colocada en el suyo, y Blas Cantó aprovechando los espacios para lo mismo aparecer sentado de forma casual que caminando por un ventiladísimo pasillo de forma aún más casual -tocándolo todo en plan Phoebe Halliwell a ver si le venía algo a la mente-, es hora de poner en imágenes el tema.
El tema va sobre los inscritos en Nautalia. Esa gente que tiene ya el billete cogido para estar de viaje. Ese crucero en el que, contradiciendo la filosofía de Chenoa, cuando tú vas, ellos no vuelven de allí. Ya puedes ir tú hasta el fin del mundo, que ellos no se bajan del barco ni aunque trescientas tiendas de souvenirs los saludes desde la orilla de Marraquech. Ellos ya están de viaje.
Y tú te quedas, como decía Martísima Sánchez en el clásico ‘Profundo Valor’ (“tú no te quedas, yo sí”), y toca lidiar con los hechos. Con ese tocadiscos de la persona que está de viaje en el que ya no volverán a sonar los clásicos de Manolo García (¿es eso lo que la gente mayor escucha, no?), esos objetos de recuerdo tapados con aún más telas, para desesperación de la dependienta de textil que ya no sabía qué más ofrecer.
Con las cosas así, y a la espera de la versión definitiva del tema -good lord-, Blas espera remontar a golpe de emotividad las pésimas previsiones de España en el Festival de este año, situado ahora el país en el #38 de entre las 40 propuestas.