Aitana ha sido, a todas luces, la gran triunfadora de la generación ‘OT 2017’. Tanto su primer EP como su primer álbum fueron certificados, teniendo el último una larguísima vida en la lista de álbumes que la ha llevado a publicar su segundo trabajo mientras el efecto del primero aún perdura.
Lo ha conseguido manteniéndose siempre a la vista, encadenando lanzamientos y colaboraciones de éxito y manteniendo al fanbase y al público generalista siempre alerta. Pero todos sabemos que el segundo disco de un triunfito suele ser otra historia: hay que sacar mejores cartas, porque una docena de temas de catálogo no suelen ganar una segunda partida.
De modo que Aitana ha puesto el foco en un perfil pop-punk (entiéndase que tampoco es que suene ahora a Green Day), impulsado por el éxito de uno de sus singles del pasado año, ‘+’, que la sacaba durante unos meses del baúl del melódico latino que tan fácil se adapta a casi cualquier perfil.
Y llega ’11 Razones’, un disco que pretende colocar a Aitana en su propia plataforma.
Una dirección artística más definida que en sus debuts
El principal problema del primer álbum y el EP de Aitana es que nos dejaban claro que era una buena cantante y una artista con grandes posibilidades en un escenario, pero decían bastante poco más de ella. Por tanto, el primer objetivo de este segundo disco ha sido claramente el de posicionarla. De ahí la elección del single, ’11 Razones’, que nos lleva de vuelta a cuando el pop adolescente se vestía de guitarras y baterías para dar sensación de rebeldía a su público.
Y la dirección funciona: Aitana está posicionada, el público sabe qué va a encontrar en el disco y el disco ofrece lo que prometía en el single.
Mucho himno revienta patios de instituto
Mucha canción cañera. Pero cañera radio-friendly. Cañera sin perder el norte. Cañera sin perder de vista el target. Y en este sentido, el disco es un completo triunfo comercial: no se anda con chiquitas y va a la yugular del consumidor medio de Aitana. Busca que se deje la voz en estribillos épicos, con mucha repetición de versos, muy gritables en un directo, como los de ‘No Te Has Ido Y Ya Te Extraño’, ‘Cuando Te Fuiste’ o la ya citada ‘+’.
’11 Razones’ se compone de apuestas para dejarse las cuerdas vocales bajo la ducha, para colocar de estado de Whatsapp, para ser la descripción de la última foto en Instagram. Y en ese camino, pierde también a gran parte del público: el rap hablado del lead single resulta difícilmente digerible por alguien mayor de 25, la composiciones algo Tess de temas como ‘Dividido’ no son aptas para los extramuros del instituto del que hablábamos (“sé que tú también, sé que yo fatal, flores de papel, y ya no puedo ignorar todas esas ganas de hablarte”).
Es decir, que Aitana se la ha jugado posicionándose, cerrando su nicho de fans a algo más entregado, pero perdiendo bola con el resto de targets. Una bola que sí tenían temas como ‘Con La Miel En Los Labios’, ‘Vas A Quedarte’ o ‘Más De Lo Que Aposte’ y que en este disco queda sacrificada en post del perfil pop-punk.
Demasiado Rengifo y Torres
Aitana ha vuelto a confiar su trabajo a Andrés Torres y Mauricio Rengifo, populares compositores latinos de primerísima fila. El problema es que el disco ha quedado algo fuera de su zona de confort, y el truco del pop-rock les funciona en los primeros tres temas, resultando ya cargante a partir de ese momento. Porque la pareja de compositores y productores tira continuamente del mismo par de trucos, del mismo beat de batería, de unos golpes de guitarra que no tardan en hacer sonar todo a la misma cabecera de serie de televisión juvenil.
Así, ‘Por’, ‘Igual’ y ‘Si No Vas A Volver’ terminan quedando perdidas en un tsunami de estructuras repetitivas y previsibles. Uno anticipa dónde entra la batería, dónde entra la guitarra y dónde Aitana va a cambiar de tono para el estribillo épico compuesto en modo sevillana (“te echo de menos si tu no estás, te echo de menos si tu te vas, yo no te voy a olvidar, te voy a amar, pero menos, te echo de, te echo de menos”).
Y el peso de Rengifo y Torres lleva a Aitana a sonar latina en ciertos momentos, con expresiones incomprensibles en el español del país: “toma tus besos, te los regreso”, “dime que me lo soñé”, “entre menos me querías menos podía yo dejarte”. Complicado juego el de dotar a alguien de personalidad pero después evidenciar su poca mano tras el micrófono.
En conclusión, Aitana acierta poniendo alguna barrera a su sonido, pero permitiéndose aún coqueteos más latinos como el de ‘Corazón Sin Vida’, que incluye un cuco sampling de Alejandro Sanz bastante más aprovechable de no sonar tan plasticoso su envoltorio.
El problema de ’11 Razones’ también radica en parte ahí, en que todo suena demasiado perfilado, planificado, medido, como para que tanta guitarra sea señal de rebeldía. Es una vuelta a la segunda mitad de los dosmiles, inteligente por el hecho de adelantarse al resto en la tendencia, pero pobre por haber puesto barreras en términos de equipo, cuando el proyecto pudo haber sido más ambicioso.
De hecho, no deja de resultar curioso que la mejor canción de esta etapa, la divertidísima ‘Tu Foto Del DNI’, no figure en el disco. Se queda fuera Marmi para incluir una efectiva pero bastante más intensa ‘Cuando Te Fuiste’ junto a Natalia Lacunza, una insufrible colaboración con Beret en la que ella es -incomprensiblemente- mera voz del estribillo, y una ‘Menos’ con Álvaro Díaz y Pole que serviría de banda sonora de escena de ‘Física O Química’.
Decía Aitana que ’11 Razones’ contaba una historia a base de capítulos, pero el disco llega a su final con la sensación de que para su público será el libro de cabecera y para el resto una historia para no dormir.
Un triunfo a medias. Al menos, eso sí, Aitana ha colocado una diana a la que disparar.
Temas clave: ‘No Te Has Ido Y Ya Te Extraño’, ‘Cuando Te Fuiste’, ‘+’