Mariah Carey ha presentado el primer single de su álbum de rarezas, previsto para el próximo 2 de octubre. La cantante se ha decidido por ‘Save The Day’, que es una canción nueva pero que en realidad lleva dos décadas pululando por sus planes.
Originalmente, la artista de clásicos como ‘Gloria (In Excelsis Deo)’ compuso ‘Save The Day’ en los primeros dosmiles, pensando en ella como una colaboración con Michael Jackson, pero los planes no salieron como esperaban. Y francamente, lo que le faltaba a la Mariah de los primeros dosmiles era un feature con el Michael post-‘Invincible’. Habríamos tenido que desenterrarla con ayuda de los fans, porque estaría en un foso tan profundo que no habría high note que llegar a la corteza terrestre en busca de auxilio.
En 2011 Carey prueba a regrabar la canción, pero ‘Save The Day’ vuelve al cajón sin llegar a ver la luz, hasta que ahora, con un disco de rarezas en mente, Carey ha decidido terminar el bendito tema sampleando el ‘Killing Me Softly’ de los Fugees, por lo que Lauryn Hill aparece como artista invitada. Entiéndase que su participación se limita a que suena en el sampler, porque Lauryn está de viaje desde 1998 y no nos hagáis creer ninguna otra teoría al respecto. Está de viaje.
Y ya podía haberse quedado de viaje, porque ‘Save The Day’ es cuca en la teoría, pero un tanto molesta en la práctica. La voz de Lauryn tras el estribillo de Mariah no funciona. Se hace cargante. Dan ganas de que Carey se vuelva y le diga aquello de “stop singing my part now, baby”. ‘Softly’ se aplica algo mejor al final de la segunda parte del tema, donde tiene un mayor y mejor sentido, pero claro, para cuando llega, uno se ha comido dos estribillos de ‘Save The Day’, y ha mordido un lápiz hasta encontrarse con su mina -la cosa negra del centro, no la cantante italiana que inspiró a Mónica Naranjo-.