Mariah Carey se ha puesto su mejor traje de brilli brilli, y el de menor tallaje de entre los que tenía en el armario, para hacer su clásica aparición de morcilla chic en Disneyland e inaugurar la Navidad de forma oficial, como cuando antaño esperábamos al anuncio de los turrones de Delaviuda u hoy con el anuncio de la lotería.
Mariah ha salido a dar lo mejor que tiene vocalmente, y para ello, ha tirado de su disco navideño de 1995, que ha colocado en el discman ella misma antes de salir, no sea que el productor tuviera su cd rayado y se quedara la canción atascada en medio, y Mariah tuviera que fingir estár repitiendo lot-for-christmas todo el rato de manera voluntaria entre sudores fríos.
Con lo cual, mucho espumillón, mucho niño llevando regalos de aquí a allá sin ton ni son, y mucha Mariah haciendo poses de diva y simulando tener algo que hacer mientras le alargaban el instrumental al final del tema. “Ya se han equivocado de tema, que me han puesto el extended y dejé bien claro que el radio edit”, parece pensar la diva.