Justin Bieber está pocho. Vamos, como el 90% de las estrellas del pop, porque seamos francos: quien no está depresivo, tiene fibromialgia, el que no tiene un hígado ajeno y el resto tiene pólipos desde 1991. Una estrella del pop sana está demodé: en los 80-90 acostumbrábamos a que murieran de sobredosis, y en los 00-10s a que no consiguieran terminar una gira porque Raffaela_Carra_Que_Dolor.m4a
El primero en arrancar la década de los 2020s ha sido Justin Bieber, que tiene la enfermedad de Lyme. Como Avril Lavigne, sólo que en este caso resulta relevante. Resulta que al parecer le fue transmitida por la picadura de una garrapata, pero no ha sido diagnosticado hasta este año, después de pasar varios años sufriendo lo que parecían las consecuencias de una depresión severa. Justin Bieber ha sufrido dolores de cabeza, fiebres, fatiga o erupciones en la piel durante estos últimos años.
¿Y dónde nos hablará de todo esto? ¿En la portada de Lecturas? Pues no, porque no es él familiar de las Campos, con lo que lo hará en ‘Seasons’ su nuevo documental, que llegará a Youtube con el primero de sus 10 capítulos el próximos 27 de enero. Según cuenta el medio americano TMZ, los que ya han visto ‘Seasons’ hablan de que Bieber narra la situación con pelos y señales, contando lo mal que lo ha pasado hasta que los médicos han acertado con el tratamiento y ha empezado a sentirse mejor a lo largo de 2019.
Bueno, nos alegramos muchísimo de su mejora, de la publicación del documental en el que nos pueda contar lo malísimo que ha estado, y porque ya tiene una excusa políticamente correcta para poder cancelar cosas en el futuro. Que todos sabemos cómo funciona este tipo de cosas con las estrellas del pop.
