En uno de los primeros planos del vídeo de su nuevo single, ‘El Fango’, Zahara aparece huyendo de su casa. Si uno atiende a la canción y al gesto perpetuo de angustia de la artista, supondría que, efectivamente, huye de la misma por una crisis de pareja, se nos rompió el amor de tanto usarlo, cómo has dejado pasar el frío dentro de ti, etc., pero seamos sinceros: es más que obvio que si Zahara huye es porque ese piso está hecho un asco. Vamos, se levanta de la cama, y ya nos diréis el paisaje: todo tan lleno de mierder que para mirar una foto tiene que quitar una capa de polvo que ni el pelo de Fernando Verdasco cuando le esconden el H&S. Cómo no iba a huir de allí alegando un desamor. Ten gato para culpar al gato.
De hecho, lo primero que busca Zahara en ‘El Fango’ es una laguna en la que poder ejercer de la Rihanna de ‘Where Have You Been’ y, hasta que lleguen los cocodrilos al menos, poder darse una zambullida que le quite el marrón de encima, que va tan embarrada que no sabe uno si se trata de “fango” o es que se va a marcar un blackface como invitada en alguna gala de ‘Tu Cara Me Suena’, por no perder la costumbre del programa.
El vídeo en cuestión lo dirige Guillermo Guerrero, que ya colaboró con la artista en ‘Hoy La Bestia Cena En Casa’ -ya nos jodería ser La Bella, que tuvo que calentarse un tupper con sobras-, y vuelve ahora a dirigirla. Puede que sea su culpa toda la situación, porque imaginamos a ambos Alfanova en mano, tratando de rodar un vídeo con guiños a ‘Ghost’ que terminó como el rosario de la Aurora, o lo que es peor, como Raquel Del Rosario. “Dale más velocidad que se está cayendo por este lado”, “quíta un poco que no se pega bien el asa”, “hemos dicho taza y estás haciendo una tetera”,….
Así hasta que todo saltó por los aires, dejaron la casa hecha un asco, y la pareja artística de Zahara tuvo que enfrentarse a un divorcio porque ella prefirió eso que coger un mocho. Francamente, la entendemos perfectamente.