¿Recordáis cuando Geri Halliwell presentó ‘Wannabe’ en versión balada en el ‘Got Talent’ australiano? Bueno, pues el nuevo single de Sophie Ellis-Bextor tiene algo en común con aquel momento, sólo que con la diferencia principal de que esta última es capaz de sostener una nota en algún momento de la canción. Ellis-Bextor ha elegido ‘Murder On The Dancefloor’ como el nuevo adelanto de ‘The Song Diaries’, el disco recopilatorio orquestal que nadie jamás le pidió, y el resultado es, digamos, decepcionante.
¿Es una mala adaptación? No especialmente. ¿Está mal cantada? En absoluto. ¿No admite el tratamiento downtempo? Tampoco, se las apaña bien en esto. ¿Entonces? Pues lo que nos ocurre es lo siguiente: la vida ya está llena de suficientes decepciones como para que vayamos restando el punto de diversión a los hits uptempo que recordamos. Y es que ‘Murder On The Dancefloor’ es para marcarse un maratón disco, para lucir lentejuela y levantar el dedo creyéndose John Travolta, para hacer un flashmob porque la nostalgia por 2010 ya es factible o para agarrar el secador y cantar con él recién salidos de la ducha. Para hacerla como si fuera otro tema más del concierto de Año Nuevo, no tanto.
Total, que Sophie vuelve a demostrar que lo de ‘The Song Diaries’ no es tan buena idea en el fondo, y que casi mejor haber dejado en paz a las familias siguiendo con otro álbum más, que podía haberse presentado con este tipo de arreglos igualmente, financiado, como el recopilatorio, por sus seguidores. Y hubiera tenido más sentido. ¿El único punto a favor del nuevo ‘Murder On The Dancefloor’? Esos arreglos con castañuelas y final flamenco cual si fuera ella la María Del Monte británica. Qué pena que su rana haya terminado saltando lejos de la charca.