Se acabó, un año más, la temporada de ‘The X Factor’. Este año, el programa llegaba a su final con tres concursantes solistas, de perfil notablemente más clásico que en años anteriores, y tras una edición bastante tibia y carente de grandes emociones, más allá de la sorpresas que dejaban las elecciones de los británicos a la hora de expulsar.
Dalton Harris se hacía con la victoria, sin que nadie predijera lo contrario a lo largo de las últimas semanas, y ha publicado su primer single, ‘The Power Of Love’, junto a James Arthur, que esta semana pondrá a prueba su capacidad de supervivencia en unas listas británicas que ya no dependen tanto de la venta digital del single.
De momento, analizamos qué es lo que ha hecho de Harris el ganador de la última edición del talent show.
Era el concursante mejor modelado de 2018
No podemos olvidar que uno de los principales objetivos de ‘The X Factor’, además de conseguir un show que capte la atención de la audiencia, es el de convertir a su ganador en una estrella musical realista, al menos durante un par de meses. Y Dalton tenía el perfil más claro de popstar de la edición: un muchacho que cantaba estupendamente, pero que además era capaz de emocionarse con control, responder de forma correcta y educada a las entrevistas y mostrarse como alguien humilde aunque seguro de sí mismo.
Tenía el perfil más convincente del casting completo, y especialmente, el más convincente de entre los tres finales de este año.
Actuaciones que le hacían ganar todos los targets
Ha sido otra de sus grandes bazas a lo largo de las galas: Dalton ha elegido canciones capaces de convencer a todos los targets votantes, algo que, de nuevo, le ha alejado de lo que ocurría con los otros dos finalistas. Mientras Scarlett tenía claramente un público más adulto y clásico -baladones, vestidos de lentejuelas- y Anthony se dirigía bien a un público más joven o a un inglés muy inglés -clásicos british y canciones actuales-, la jugada con Harris ha sido la más inteligente.
La canciones han resultado incluso tremendamente previsibles, muy del gusto del público adulto, sin momentos de gran sorpresa, y centradas en revelarlo con el gran cantante de la edición. Pero, y es un gran pero, siempre han ido acompañadas de puestas en escena y vestuarios con appeal para el público más juvenil. Se compensaba con ello con relativamente ‘rancio’ de sus elecciones y se disparaba a la diana de los dos grandes grupos de votantes del programa: el público de avanzada edad y los jóvenes.
Un casting que hacía aguas desde el primer día
Finalmente, otra de las cosas que ha ayudado a Dalton ha sido el casting de 2018. Francamente, no ha sido el mejor casting que recordemos para ‘The X Factor’: dos muchachas con el carisma por los suelos, un par de raperas, unos overs tan pasados de moda como de rosca, una boyband espantosamente mala, un par de chicos con la voz justa y un grupo eliminado a golpe de canciones que les iban fatal.
Hacía semanas que se veía a Dalton como único ganador posible si el patriotismo no coronaba a Anthony: recordemos que Harris es jamaicano, por lo que el concurso ha hecho ganador a su primer extranjero en la historia.