Bienvenidos a la sección de la web que analiza pupilas, amigos de la estupidez congénita de nuestras secciones. En esta ocasión, vamos a aprovechar este apartado para ir repasando los 40 singles que La Oreja De Van Gogh nos ha dejado hasta la fecha -si lanzan un nuevo, lo añadiremos a la lista, aunque arruinará el cómputo redondo de 40-.
Para que os hagáis una idea, la intención es pasar por cada canción sin seguir la línea temporal en la que fue editada, con lo que vuestra favorita puede terminar saliendo en cualquier momento. Y sí, todo el mundo tiene una canción “favorita” de La Oreja De Van Gogh. En cada parada, analizaremos el single, el momento más Oreja, los vídeos oficiales y colocaremos la nota global de la canción con El Pupilómetro: a más pupilas, más nos habrá gustado el lanzamiento.
¡Preparad las pupilas, y arranquemos un nuevo visionado!
El single, ‘Día Cero’
Si regresamos hasta 2011, recordaremos que, de pronto, La Oreja De Van Gogh se había marcado “un Dover” y su single de aquella época, ‘La Niña Que Llora En Tus Fiestas’, sonaba rotundamente bailable y electrónico. Se presupuso, en consecuencia, que el disco completo, ‘Cometas Por El Cielo’, también seguiría la misma fórmula, y presentaría un trabajo mucho más rompedor para los donostiarras.
Pero resultó que la banda tampoco quería despegarse del todo de su sonido de toda la vida, y se hizo un poco de caquita antes de romper con lo anterior y lanzarse a la piscina de la electrónica. Después de la publicación de ‘La Niña’, La Oreja tranquilizó a las madres de sus fans con ‘Día Cero’, una canción bastante más conservadora y chapada a la antigua pupila de los chicos, que parecía lanzar un mensaje de que no todo iba a ser salir de fiesta y volver con la estrella polar a los pies. Más que nada porque muchos fans no podrían permitirse el curso de Astronomía Para Dummies para identificarla.
Y así, ‘Día Cero’ se presentó en las radios y se postuló como segundo single del trabajo, aunque después ganara ‘Cometas Por El Cielo’. Y ojo, porque con estos también dieron un paso atrás lo de La Oreja. Resulta que publicaron una encuesta para que los fans decidieran entre ‘Cometas’ y ‘Día Cero’, y cuando esta última iba ganando, se pasaron la encuesta por el cristal de sus silencios y optaron por seguir bailando con la primera.
El grupo contó, cuando acudió a la radio a estrenar la canción, que originalmente ‘Día Cero’ era también electrónica, pero que querían centrarse en contar mejor su historia y por eso terminaron desnudándola algo más y produciéndola como los anteriores clásicos orejiles. Aún así, sigue teniendo un shup-shup, un qué sé yo, cuando el estribillo alcanza su apogeo melodramático.
El momento más La Oreja
Quedémonos con:
“Mirando las hojas caer, cosiendo el tiempo a lagrimas,
en el mantel me derrumbé, crujió mi corazón.“
Hablamos mucho de pupilas, pero si algo empieza a parecer claro, es que la mitad del presupuesto de La Oreja De Van Gogh de un disco se va en mantelería. Ya en ‘Diciembre’ señalamos sus dramas con el mantel como nuestra estrofa favorita, pero es que en ‘Día Cero’ el mantel de marras vuelve a tener más protagonismo que EMEIE en toda una década.
Lo más divertido es tratar de posicionar a Leire en toda esta historia: porque sabemos que ha discutido con su pareja, y que mira las hojas caer. Podría estar en el comedor o la cocina, dos lugares donde pudiera haber un mantel en el que derrumbarse. Claro que imaginad la escena, ¿dónde demonios está colocado el mantel? ¿Se ha derrumbado Leire contra una mesa y se ha quedado medio apoyada en ella medio con las piernas en el suelo? Lo cierto es que la imagen resta melodrama a la letra y le añade un punto Lina Morgan de más.
Con lo que pasamos nuestra segunda teoría: Leire estaba de picnic, se le estaba llenando el mantel de hojas, y su pareja la ha abandonado en medio del campo con una cesta repleta de muffins y taquitos de queso President. Tendría mayor sentido que pudiera derrumbarse ahí, porque el mantel estaría en el suelo, y el crujir de su corazón fue realmente el de algunas hojas secas. Eso sí, más vale que alguien la encuentre pronto, porque si es otoño y se pone a llover, además de buscar “su absolución” lo que va a buscar es una neumonía.
Así era su vídeo
En un movimineto más La Oreja imposible, el grupo se desplazaba hasta las ruinas de los Quilmes, en Argentina, para rodar un vídeo delante de unos cactus. Porque esto es La Oreja, y sería impensable que el grupo no grabara un vídeo con toda la parafernalia de instrumentos, micrófonos y demás, paseándose tranquilamente entre las ruinas, dejando que se vean más y mejor al ritmo del playback. No, siempre hay que recordar que tocan instrumentos, porque ellos están muy involucrados con el tema de Alzheimer.
Bien, además de los cactus, La Oreja tiraron también de los efectos de pantalla partida que les quedaron en sobra cuando ‘El Último Vals’ y así pudieron mostrarnos detalles que los cactus nos impedían ver: su acercamiento con la gente local, el logo de LOVG que Leire lleva bajo la melena, cosido a la chaqueta, porque el Desigual estaba cerrado a esas horas, o el making off del vídeo en el propio vídeo, porque un clip de La Oreja nunca llega a ser suficientemente La Oreja.
El Pupilómetro
Pues bueno, ‘Día Cero’ resultó ser una graciosa pupila, con mucho melodrama, su post-estribillo bailable, sus cactus, y demás, pero seamos sinceros: nos hubiera encantado poder llorar con ellos en la pista de baile y que la hubieran mantenido, igual que debían haber hecho con el resto del trabajo, en clave electrónica.