Llevamos años escuchando que Olly Murs es el nuevo Robbie Williams. Sin embargo, el sonido de Robbie se afianzó bien pronto en su carrera, y a pesar de algún traspiés y algún riesgo corrido, siempre ha sabido mantener clara su esencia.
En el caso de Olly, la evolución empieza a hacerse algo cuesta arriba, y la sensación que deja su nuevo single, ‘Grow Up’, es que siempre vamos un pasito hacia delante, y medio hacia atrás. Si en ‘You Don’t Know Love’ lo descubriamos más maduro, más elegante, y coqueteando con la electrónica sutil de forma acertada, y nos ponía los dientes largos de cara a su nuevo álbum, ’24 Hours’, en ‘Grow Up’ retrocedemos cinco años en la industria para colocarnos en un debut de Jessie J, y especificamente, en sus temás más reguleros.
El simpático vídeo de la canción salva los muebles, pero en el fondo, ‘Grow Up’ es poco más que otro esfuerzo de novio perfecto para la británica, de One Direction de relleno, de canción de fondo en cualquier ASDA en la sección de cereales.
A estas alturas de su carrera, con un quinto álbum en brazos, la cuesta arriba empieza a hacer agotadora.