Sweet California han vuelto, publicando un más que inusual cuarto trabajo discográfico en el universo de las girlbands españolas. Y, al igual que ocurre con los productos internacionales, las chicas -y su equipo- han tenido la necesidad de dar una vuelta de tuerca al proyecto, puesto que Tamy, Sonia y Alba venían reclamando un sonido más maduro para su nuevo trabajo, alejado del perfil infantilón que había mantenido a flote su engranaje comercial.
Un movimiento arriesgado, sin duda, que tiene respuesta en ‘Origen’, un nuevo disco que les sirve como nuevo comienzo, como reseteo a todo lo conseguido hasta ahora, y que les resultará una prueba de fuego tremenda: habrá que ver si su público de antaño, aquel que les llenó las giras y las hizo multi Platino, sigue respondiendo bien a la conversión.
Antes de continuar hablando de ‘Origen’, quedémonos con los tres titulares que deja el trabajo:
El disco está bien resuelto, pero resulta incoherente
‘Origen’ es el clásico trabajo disfrutable, con más de un single en su tracklist, al que de haber sido para otro artistas le hubiéramos puesto una mejor nota, pero es que es inevitable ser consciente de lo incoherente que resulta. En la carátula tenemos a tres muchachas con el pelo de colores, ropa juvenil y actitud más o menos desenfada, y en el interior del disco canciones como ‘Voy A Olvidarte’, ‘Adicto’ o ‘Amarte’.
Buenos temas, dentro de las producciones latinas que no caen en el urban más obvio, sino en algo más melódico, pero que no parecen ir al unísono con lo que el grupo quiere vender en su imagen y actitud. Era, y no nos cansaremos de repetirlo, el momento de renunciar a los colores en el pelo. Pero en vez de eso, lo llevan más al extremo, tiñendo de naranja a Tamy y coloreando la melena de Sonia bicolor. El perfil de Sweet California tiene que cambiar más que en las producciones para que algo com0 ‘El Amor Es El Amor’ tenga algún sentido dentro de su discografía. Especialmente si, pocos segundos después, se deja acompañar por un tema como ‘Guay’.
‘Origen’ juega al despiste, y trata de colar momentos de las Sweet California infantiles al lado de las Sweet California excesivamente maduras. No hay término medio.
El cambio obedece más a la necesidad que a la lógica
Lo peor de llevar a cabo un cambio es que no sepa natural. Es que resulte demasiado evidente que se hace más a la fuerza que por gusto, por seguir la tendencia que por marcarla, por desgaste y no por continuidad. Y es lo que ocurre con Sweet California. Aunque el tracklist esté bien resuelto, seguimos sin ver cómo encajar el cambio. Por que no se trata de que ahora canten en español, se trata de los ritmos que manejan. Y de con qué otros los combinan.
Por entendernos, vienen de un pop tirando a lo sueco y ahora se presentan con algo que podría haber estado en manos de Beatriz Luengo. Y lo hacen por el mismo motivo que el cambio de Gemeliers, el de Eva Ruiz, el de Abraham Mateo, Ana Mena, y otros tantos ídolos post-infantiles, que buscan en el latineo un salvavidas a un proyecto que hace aguas: las cifras de Sweet California iban a la baja en Youtube y Spotify, y esto tiene un tinte a último cartucho que deja un incómodo sabor a desesperación en el disco.
Y eso que, como decimos, la girlband ha montado un trabajo al que sólo le sobra algún corte y una imagen más consistente para resultar más estupendo.
Lo bueno está bien, pero lo malo es muy malo
Y al hilo de los cortes de sobra, vamos con el elefante en la habitación: no puede uno querer tener al mismo tiempo treinta años, y doce. El paso de ‘El Amor Es El Amor’ a ‘Guay’ es casi insultante. “Lo impotante es pasarlo guay”, “yo te sigo a pasarlo guay”: ¿nos explica alguien que persona joven utiliza estas expresiones? Incluso, ¿nos explica alguien la madre de qué persona joven las utiliza? Lo peor de la situación es que desaprovechan por completo una base con unas oportunidades tremendas como single, y echan a perder todo el trabajo de los versos y bridge con semejante estribillo. Es, y lo decimos sin titubear, el peor corte histórico de las chicas.
Y eso que, ojo, el disco incluye otro tema como ‘Hey Hola Hello’, que también hace saltar las alarmas de la vergüenza ajena. Dos canciones que, para colmo de males, llegan cuando más peso tiene la girlband como letrista. Y lamentablemente, se nota: “vengo del Himalaya, te traigo el fuego”, “tengo motivos pa’ pasarlo guay”, “hey hola hello, dime tú hello”, “pura levanta poeira si algo va mal”… Si esos versos no son suyos, han decidido interpretarlos en el peor momento, cuando más autorías comparten.
Eso sí, si alguien sobrevive a estos momentos de tremendo cringe y es capaz de pasar por alto que el producto y las intérpretes tiene más bien poco o nada que ver, encontrará en ‘Origen’ más de una canción resuelta en condiciones, y un disco que, de haber contado con apenas 10 temas, hubiera sido bastante más redondo.
‘Moving Target’ combina a la perfección el espíritu de las anteriores Sweet California y el de las nuevas, y podría haber servido como inspiración para lo que el disco tendría que haber sido: un puente y no un reboot repentino. A pesar de ello, ‘Telaraña’ y ‘Me Siguen Unos Cuantos’ tienen su appeal, moviéndose entre los beats bailables y lo desenfadado, ‘Serás Mi Talisman’ -de Conchita y Pablo Cebrián– y ‘Voy A Olvidarte’ dejan ver lo efectivo de las Sweet California relajadas, e incluso hay momentos para presentarse como un producto más sexy, con ‘Amarte’ y ‘Adicto’ moderando el tempo e invitando a un reguetón lento, sin entregarse del todo al perreo.
Claro que, la girlband crea un ambiente que después destruye con los temas antes citados, pero porque ‘Origen’ está bien pensado aunque mal ejecutado: no termina de ser un reinicio hacia un producto maduro, porque está lastrado por las infantilerías; ni termina de ser un producto fiable para el público más joven, porque está teñido de ganas de convencer al adolescente avanzado.
‘Origen’ se planteaba como una vuelta a empezar de Sweet California, pero, o se montan bien la promo y se replantean más de una cosa de cara al futuro más inmediato, o este será, como suponemos, el punto y final de una carrera que ha dado grandes momentos. Al menos, les queda un consuelo: el de haberse despedido con el disco que querían y en el que hay más de una canción rescatable.
Las canciones clave: ‘Moving Target’, ‘Adicto’, ‘Telaraña’.