En aquellos ya lejos primeros dosmiles, cualquier artista español parecía hacer las Américas en cuanto nos informaba de que viajaba a Estados Unidos de promoción. Posiblemente, se pasaría por dos radios en Miami y un club de salsa antes de hacer las maletas de vuelta, pero la prensa española se desvivía en contarnos lo bien que le iba por allí. Ocurrió con David Bisbal, por ejemplo, que no pisó el top200 de Billboard hasta 2006 en realidad, en un puesto #150 que tampoco auguraba precisamente que estuviera arrasando.
Pero nos encanta vender el producto español que triunfa en el extranjero. Dios sabe por qué, parece que nos sabe a poco que lo hagan en casa. Está muy bien que tengan hits aquí, pero no nos vais a comparar una lista americana, con su brillo y su glamour. Si podemos fabricar un hit en el extranjero, el producto brillará con más fuerza en el país. Y así llegamos a 2018, cuando Rosalía parece estar siguiendo la misma táctica.
No nos malinterpretéis: el producto de la catalana es exquisito, tanto musicalmente como a nivel visual. Uno de los proyectos más interesantes del pop-urban de las últimas décadas, aunque sigamos hablando de que es la “reina del flamenco” por algún motivo.
Pero no es un éxito fuera de nuestras fronteras. No lo es. No está arrasando en Estados Unidos, no está conquistando Norteamérica, no está siendo especialmente “exportada”. No, al menos, por ahora. Lo que sí está haciendo, es interesar a medios norteamericanos como Pitchfork, y a ciertos artistas que la han incluido en sus playlist, posiblemente después de escucharla en otros.
Un efecto en cadena que veremos si tiene un impacto real en ‘Malamente’, la canción que parece diana de todo interés, pero que por ahora, no justifica titulares como este de El Español, que no es el primero de la prensa generalista, y que empiezan a oler a que Sony Music se deja la cartera olvidada en más de una redacción:
No amigos, América no se rinde a Rosalía: de los 21 millones de escuchas de ‘Malamente’, 16 corresponden a España. Los 5 restantes, dividlos entre países hispanohablantes y contadnos qué queda para Estados Unidos.
Rosalía no ha entrado en las listas de Billboard, en las que por cierto, el redactor de El Español obvia que Enrique Iglesias tiene un tsunami de hits siendo español, o como ya hemos visto, David Bisbal también pisó en su ranking de álbumes. La Oreja De Van Gogh consiguió varios #1s en la sublistas latinas de Billboard, pero ‘Malamente’ no ha asomado ni el hocico.
Tampoco por el top200 de escuchas de Spotify en el país, y sí echamos un vistazo, la artista sólo aparece en las listas de Apple Music, iTunes y Spotify de… efectivamente, España. Ni un sólo país más acoge ‘Malamente’ entre las 200 canciones más populares del mismo. Ni hablemos ya de su siguiente single.
Así que sí, Rosalía ha llamado la atención de una Kardashian, de Charli XCX, de Camila Cabello, Gorillaz, Billboard e incluso Pitchfork. La ha llamado porque su producto es tremendamente interesante, pero también, no lo olvidemos, porque está fichada por el segundo mayor sello musical del planeta, Sony Music.
Pero parece que en España el concepto de “hacer las Américas” nos sigue llenando más la boca de aquello que sí es digno de aplaudir: un disco que con el boca a boca toca techo después de un año de su publicación, dos singles en el top5 español y el disco de Platino para un producto que, de primeras, no era fácil que enganchara a las masas.
Ahí, y no en el falso recibimiento del single en Estados Unidos, está en triunfo. Pero para resaltar eso, Rosalía habría de ser la primera en tomar nota, con un timeline en redes sociales repleto de autobombo, menciones a artistas internacionales, artículos del Guardian y playlists de este o aquel sitio web.
La faux-bricación de un hit.
