En pleno agosto, habiendo pasado hace ya meses la resaca eurovisiva, el tema vuelve a salir a la palestra en nuestra web por unas recientes declaraciones de Raúl (‘Sueño Su Boca’, ‘Prohibida’) para El Mundo, en el que ha sido preguntado por una serie de cosas, además de por el Festival, al que, recordemos, se presentó con ‘Sueño Su Boca’ en 2000, pero, incomprensiblemente, quedó detrás de Serafín Zubiri en la preselección.
Raúl ha hablado de Eurovisión, y por ende de los representantes de este año, Alfred y Amaia, cuya ‘Tu Canción’ fracasó quedando 23ª en la tabla:
“La voz de Amaia me gustaba mucho (…) Creo que tiene un gran hándicap, el haber pasado por Eurovisión. El tema que presentaron no era el más adecuado para el Festival.”
Bien, de esto último se puede debatir largo y tendido, y la historia seguirá dependiendo más de gustos e impresiones que de datos objetivos. Ahora bien, el detalle de que el haber pasado por Eurovisión “es un gran hándicap” es una mentira demostrable.
Ni uno sólo de los artistas españoles que haya pasado por Eurovisión desde 2001 ha sufrido consecuencias negativas por su paso por Eurovisión, y vamos a aprovechar este post para dejar claras las cosas, porque ya está bien de estigmatizar la participación española en el Festival, en vez de venderla como la enorme oportunidad que es.
2001 | David Civera | Eurovisión no sólo no fue un handicap, sino que fue el motor de su carrera -y por cierto, uno de los motivos de la caída de la popularidad de Raúl-: David Civera sostuvo su carrera hasta 2005, momento en el que su popularidad cae por el cambio de gustos musicales del país y no por Eurovisión.
2002 | Rosa López | Sigue en activo, lanzó el pasado año ‘Kairós’ y Eurovisión no fue un handicap, sino, de hecho, uno de sus momentos estelares en el imaginario patrio.
2003 | Beth | Su popularidad cedió porque ella misma se pasó a la edición de álbumes de sonido más alternativo y después al pop en catalán, pero sigue en activo.
2004 | Ramón De Castillo | ¿En la cabeza de quién cabía que este muchacho fuera un producto a funcionar en la vida real?
2005 | Son De Sol | ¿Fue Eurovisión un handicap, o su único momento de relativo éxito?
2006 | Las Ketchup | Si se envía un one-hit-wonder al Festival, la situación tras él seguirá siendo la que era el año anterior a él.
2007 | D’Nash | Eurovisión no sólo no fue un handicap para la boyband, sino que provocó que su álbum alcanzara el #23 y su mejor momento comercial.
2008 | Chikilicuatre | Pues eso.
2009 | Soraya | Sigue en activo, y no perdió popularidad después de Eurovisión. Soraya ha ido perdiéndola paulatinamente por lo difícil de un producto pop femenino en el país. Participará en ‘Tu Cara Me Suena’ en los próximos meses y ha publicado ‘Qué Bonito’, su último single, este año.
2010 | Daniel Diges | Daniel se presentó en la música con Eurovisión y su producto no funcionó porque nunca tuvo un perfil demasiado claro como estrella pop.
2011 | Lucía Pérez | Mismo caso de Ramón Del Castillo.
2012 | Pastora Soler | Con una carrera a espaldas, Eurovisión no sólo no fue un problema, sino una solución: hizo que Soler regresara al A-List, ganara nuevo público y su popularidad y sobre todo valoración popular haya crecido con el tiempo.
2013 | El Sueño De Morfeo | Llevaban años sin funcionar cuando llegaron a golpe de ultimatum al Festival. No se puede pedir peras al olmo.
2014 | Ruth Lorenzo | Eurovisión es el motivo por el que Ruth Lorenzo tiene una carrera en España. Considerarlo un handicap sería una inmensa absurdez.
2015 | Edurne | Al igual que con Pastora Soler, pero en su liga, Eurovisión fue un soplo de popularidad para Edurne, que firmó, con el horripilante ‘Adrenalina’, su mejor chart-run en años.
2016 | Barei | Mismo caso que el de Ruth Lorenzo: toda la popularidad de Barei es debida a Eurovisión.
2017 | Manel Navarro | El problema con Manel Navarro no fue el festival, sino su llegada a él y su actuación en el mismo. A pesar de ello, su nuevo single, ‘Voulez-Vous Danser’ supera los 2 millones de escuchas en plataformas digitales.
Evidentemente, saltamos 2018 porque no sabemos aún qué pasará con Amaia y Alfred, pero como clarísimo resumen, varios puntos:
- Si uno va a Eurovisión como debut en su carrera, dependerá de lo que haga después que continúe o no en la música, pero claramente, el festival es un impulso y no un handicap.
- Si uno va a Eurovisión con la popularidad por los suelos, el Festival no obrará milagros, salvo que la actuación fuera espectacular. No se ha dado el caso.
- Si uno va a Eurovisión con una popularidad neutra, el Festival puede insuflar energía a la misma y levantarla, pero raro sería que provocara el efecto contrario.
Es decir, la única forma de salir mal parado de Eurovisión es hacer el ridículo sobre el escenario y que la opinión del país, y no la del resto de Europa o la de la tabla de puntos, sea nefasta. Ocurrió con Lydia cuando salió con un espantoso vestido en 1999, que hizo que nadie escuchara realmente su single, y en 2017, cuando el escándalo Navarro se sumó a su infame gallo en el escenario.
Pero una mala posición en el Festival, como la de Amaia y Alfred, la de Soraya, Barei o Edurne no supone un handicap si la valoración de la actuación es positiva. Y en el caso de todas ellas, lo cierto es que lo fue. Más o menos funcionales, más o menos acertadas como propuesta, pero fueron buenas actuaciones.
Eurovisión no es un handicap, es un escaparate brutal para la carrera de quien sepa aprovecharlo. Y desde luego, Amaia Romero no parece el ejemplo de alguien que vaya a tener el estigma de ser eurovisiva. Es más, nos jugamos el cuello a que pocas veces le preguntan por el Festival de aquí a un par de años.