Pupilas En La Oreja | ‘Perdida’: no era droga, era un ansiolítico para la ansiedad

Pupilas En La Oreja | ‘Perdida’: no era droga, era un ansiolítico para la ansiedad

Bienvenidos a la sección de la web que analiza pupilas, amigos de la estupidez congénita de nuestras secciones. En esta ocasión, vamos a aprovechar este apartado para ir repasando los 40 singles que La Oreja De Van Gogh nos ha dejado hasta la fecha -si lanzan un nuevo, lo añadiremos a la lista, aunque arruinará el cómputo redondo de 40-.

Para que os hagáis una idea, la intención es pasar por cada canción sin seguir la línea temporal en la que fue editada, con lo que vuestra favorita puede terminar saliendo en cualquier momento. Y sí, todo el mundo tiene una canción “favorita” de La Oreja De Van Gogh. En cada parada, analizaremos el single, el momento más Oreja, los vídeos oficiales y colocaremos la nota global de la canción con El Pupilómetro: a más pupilas, más nos habrá gustado el lanzamiento.

¡Preparad las pupilas, y arranquemos un nuevo visionado!

 

El single, ‘Perdida’

Sutil. Si algo tiene ‘Perdida’ es que es sutil. Uno nunca sabe si es un tema sobre el consumo de drogas, o es un tema sobre el amor, igual que uno no sabe si Adrián Rodríguez ha vuelto de ‘Supervivientes’ por “Hacienda” o porque le gusta mucho escuchar ‘Perdida’. Lo mismo ha vuelto enamorado. Es todo tan sutil que nadie sabe muy bien a qué se refiere la canción.

Empieza con una producción súper ambiental, con Montero cantando melancólica sobre una base que podría haber servido como cabecera de ‘Stranger Things’, todo muy suave, relajado, como si Enya se hubiera presentado en una iglesia neoyorkina cargando un timbal: porque sí, detrás de EMEIE se escucha un coro cantando ‘uuuh’, entre lo tétrico y lo trágico. Salvo que todo empieza a tener algún destello de luz y se intuye que las cosas van a ir a mejor.

“Me dejé llevar por una tontería”, dice después la canción, que continúa con sus sutilezas -que si “líneas blancas”, que si “adicciones al perdón” y que si “los gramos que pesa la alegría”-, hasta que el estribillo desemboca en un arranque del beat y el tema tiende más a lo uptempo.

Como dato curioso, La Oreja se refería a la canción como ‘El Chute’. ¿Veis? Sutil.

 

El momento más La Oreja

De entre todas las obviedades del tema sobre el ser miembro honorífico de la OCU, nos vamos a quedar con esta:

“Todos los errores van a un puerto
Donde espera un barco de vapor,
Pero el mío aun lo llevo dentro
Porque soy adicta a tu perdón.”

Los errores van a un puerto donde espera un barco de vapor. En pleno 2006 como era, un barco de vapor. Llamadnos pijos, pero hombre, un poco de modernidad ya le podían haber metido al mundo de los errores, que hoy día va ya todo por digital, por spam, un poco de revitalizar el error.

En fin, el caso es que EMEIE aún lo lleva dentro, no sabemos si porque le costaba sacarlo porque no encontraba el pasaje del barco de vapor, o porque le daba apuro porque se había tomado un ansiolítico, y hasta el barco de vapor de marras eran 300 escaleras y una rapa de forma oblícua, y estaba totalmente conmocionada. Con ella, Dios sabe.

Lo mejor es que el razonamiento es que no lo suelta porque es “adicta a tu perdón”. Que digo yo que todo el mundo tiene límites, y lo mismo un día el barco zarpa y el perdón va a ser el cariño de toda esta gente. Por cierto, esta “adicción” es la misma que Malú tenia al “chocolate” en los anuncios de L’Oreal? Juramos por lo más sagrado que no hicimos el guión nosotros.

 

Así era su vídeo

El vídeo era maravilloso porque, primero, arrancaba con una pupila. Ya está, es que no se puede pedir más a La Oreja De Van Gogh que empezar un vídeo con una pupila. Segundo, porque rendía homenaje al ‘Take A Bow’ de Madonna, posiblemente sin saberlo, con ese zoom hacia la EMEIE perdida en medio de la fiesta. Tercero porque las cara del principio de clip de la cantante son para hacerse un marco digital y que vayan saliendo una tras otra.

El clip mostraba una fiesta, en la que por cierto participaron un montón de fans, en una nave industrial que simulaba ser un club, que por cierto, era el mismo sitio donde la banda había rodado, años atrás, el vídeo de ‘Dile Al Sol’. Mucho salto, mucho foco cegador, y poco a poco, una EMEIE liberándose de sus miedos y participando de la fiesta.

Nota al pie: La Oreja afirmó años después, que ‘La Niña Que Llora En Tus Fiestas’ era la continuación de este tema.

 

El Pupilómetro

‘Perdida’ tiene un buen estribillo, una temática algo diferente a la habitual del grupo y algún que otro gancho, y nos gusta, pero seamos honestos: tampoco es la primera canción que te venga a la cabeza cuando piensas en sus éxitos más interesantes.

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