Qué complicado tiene que resultar sea Azealia Banks, vivir en los mundos de Yupi y tener que bajar de ellos a enfrentarse a la realidad de cuando en cuando. Hoy ha ocurrido una de esas situaciones, y claro, Banks ha terminado perdiendo los papeles sin ninguna sorpresa. Lo que hace el glasé.
Resulta que Azealia se ha mosqueado sobremanera con Spotify e incluso ha amenazado con eliminar toda su discografía de la plataforma, a apenas, teóricamente, unos días de que su nuevo mixtape, ‘Fantasea II’, vea la luz. ¿La razón? Pues la siguiente:
Efectivamente, Spotify ha incluido ‘212’ de Azealia Banks en una playlist llamada ‘One Hit Wonders’ que ha cabreado a la rapera, que ha colgado un Instagram Story comentando lo siguiente:
“Estoy expectante de que Spotify cree una playlist llamada ‘Pedófilos’ e incluya temas de los pedófilos a los que tanto apoya.”
Ay, que la muchacha se ha confundido y ha cogido tiza en vez del producto correcto. Seguro que ha sido eso, porque es inviable que realmente se haya enfadado por aparecer en el playlist, especialmente considerando la generosidad de Spotify de considerar ‘212’ un hit, porque lo que es nosotros, seguimos viéndola como un non-hit-wonder. Para muestra, un botón:
Un #12 en UK y un #7 en Irlanda son sus credenciales. Vamos, que a su lado, Junior Míguez tiene un carrerón de infarto. Claro que la plataforma ha optado por incluirla porque ‘212’ tiene unos dignos 88 millones de escuchas, más de 10 veces más que cualquiera de sus otros temas de, acentuemos las comillas profundamente, “éxito”.
Sin embargo, lo más divertido de la historia es que Azealia amenace con eliminar su música de Spotify como si fuera a hacerle al servicio de streams una puñeta al estilo Taylor Swift: ya imaginamos a Banks dependiendo de las ventas digitales de sus temas y mixtapes. Go get that Papel Albal certification, gurl.
Y a Spotify llorando por las esquinas para conseguir su perdón y su regreso a la plataforma. Obviamente, sigue presente en el playlist, y si abandona el servicio por eso, que o-ja-lá, descanse en paz la carrera que nunca tuvo. Y enhorabuena a Spotify.
