A Anchonio José le haces falcha. Sí, sí, chal cual che lo eschamos conchando. Muchísima falcha. Porque por algún motivo, en único ganador de ‘La Voz’ con carrera discográfica a estas alturas, se tira media canción pronunciando así la letra “t”, y la otra mitad pronunciándola en condiciones. Algo que, mezclado con su acento cordobés, lo acaba por dejar un poco en terreno Paz Padilla pero con fonemas distintos a los de la presentadora.
Pero lo que realmente parece confirmarse que es Antonio José es Verbenian Pablo Alborán: el producto es exactamente el mismo, no vamos a venir aquí a engañar a nadie a estas alturas, sólo que tiene un quejido flamenco más pronunciado y sus canciones están sacadas del repertorio de Vale Music.
Y ojo, porque esto no lo estamos planteando como un dato negativo, sino como algo que merece nuestro aplauso: ya estaba bien de una industria española saturada de cantantes que quieren irse al reguetón facilón, y si no, al pop aflamencado más random y radiofónico. Devolvednos esas verbenas de pueblos con gente fingiendo que baila sevillanas con una canción pachanguera, devolvednos esas señoras dando palmas de forma arrítmica mientras la gente salta y pega botes con el hit de turno. En definitiva, devolvednos aquel verano de 2002, cuando los triunfitos tomaban el control de España.
Eso es lo que le agradecemos a Antonio José con ‘Me Haces Falcha’, el punto de verbena de pueblo, por mucho que la disimule grabando un vídeo intenso con muchachas mojadas, luces del estilo de ‘CSI’ y caras de estar molesto por algún problema hepático que le provoca fruncir el ceño y mover las manos con angustia mientras canta.