Zara Larsson ha despedido a su director creativo. Y no es para menos, y no sólo porque las cosas no están saliendo especialmente de forma espléndida en los últimos meses para ella. La cantante, que acaba de publicar su último álbum, ‘Poster Girl’, acaba de pillar al señor, Ryder Ripps, criticándola en Instagram.
Resulta que Azealia Banks, que está metida en todas, ha compartido unas imágenes en las que se la ve hablando con él de Zara Larsson. ¿Y qué pinta ahora aquí Azealia? Pues que, el mundo es un pañuelo, Banks era la prometida de Ripps hasta hace unos días, cuando la rapera decidió mandarle a freir espárragos y cancelar el compromiso.
En las conversaciones publicadas, se ve como Ripps se refiere al peso de Larsson, se ríe del tamaño de sus brazos y le comenta a su aún futura esposa que «debería dejar de intentar ser sexy y simplemente ser gorda». Evidentemente, a Zara Larsson le ha sentado como un tiro toda esta historia.
«No será verdad que Azealia está compartiendo una conversación con mi director creativo riéndose de mis brazos. ¿Acaso no pago sus facturas?»
La cantante ha compartido varias capturas, en las que lanza un mensaje en favor de dejar de comentar los cuerpos ajenos, explica que siempre ha sido de brazo ancho y que no hay nada que pueda hacer al respecto, que se siente bien con su actual cuerpo y está más sana que nunca, y que está harta de que el cuerpo de las mujeres sea una conversación «cómica» a tener.
Pues toda la razón, Zara, querida, y qué bien has hecho en quitarte a semejante mamarracho de encima. Ahora, que también lo vamos a decir: nunca nos fiaríamos de alguien que comparte más de cinco minutos con Azealia Banks, let alone de alguien que se compromete a casarse con ella. Esa persona está claramente cucú. Pero cucuru-cucú, paloma.
