Me encanta, porque el títular también evidencia que ya tengo una edad, porque llamo radio edit a la versión del single -que no es la misma del disco-, como si hoy día pensara nadie en remezclar una canción para que se la pinchara Fernandisco. Pero seguiré manteniendo las nomenclaturas clásicas porque me parecen algo entre camp y profesional. Como la palabra nomenclatura en sí misma.

El camino de Tension II no ha sido precisamente uno de rosas para Kylie. No es un camino en el que esperara con la carita empapada. Escudada en el éxito de Padam Padam, se vino arriba pensando que el pop genérico del primer volumen del álbum -eficaz, pero genérico- podía extenderse a una segunda parte con éxito y, la verdad, ha terminado firmando dos de sus discos menos vendidos y menos aclamados. Especialmente este último, que no hay por donde cogerlo, porque es lo que es: una sucesión de descartes del primer volumen.

Tension II se pensó para retener el momentum porque el tour mundial llevaría el nombre de Tension como escudo, pero Kylie tampoco quería llegar a la gira de vacío: pensad que empieza casi dos años después de la salida de Padam. Necesitaba un poco de material extra. Y como ha funcionado malamente –“mu mal, mu mal, mu mal, mu mal”, que gritaría Barei en aquella gala en la que cantó por Rosalía-, apenas había tenido como single Lights, Camera, Action.

Pero ahora, Kylie lo ha reforzado con una revisión de Someone For Me a cargo de YouNotUs, un dúo de DJs alemanes que han conseguido dos cosas:

  1. Refrescar el sonido del tema, llevándolo al punto en el que parecía querer estar de origen.
  2. Evidenciar las flaquezas de Tension II. Tantas flaquezas que podría llegar patrocinado por Ozempic.

El nuevo Someone For Me apuesta más por el dance de finales de los 90, con ese punto ibicenco que el disco podía haber exprimido más, en vez de dejarse llevar, como en la versión original, por tantas similitudes con el material de Disco. Someone For Me pierde esas referencias setenteras de la producción en su nueva versión y es muy de agradecer, porque acaba siendo un corte más notable.

Ahora bien, lo lleva uno de vuelta al disco y deja a la vista que todas las canciones merecían otra vueltita en la sarten. Un poco de levadura y quince minutos al horno. Es de esas situaciones en las que un disco de remezclas estaría más que justificado: puede que picando un poco, salga alguna piedra preciosa de tal montón de carbón.


FACTOR POP 79%

Será tu rollo si: te suenan de algo los conceptos ATB o Fragma, no piensas que Mousse T es una marca de tintes; tienes los ingredientes para hacerte un mojito siempre a mano en casa.

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